La autoridad metropolitana de transportes de Nueva York (MTA), que opera el metro de la ciudad, pidió por primera vez en su historia que se vete de toda su red a un pasajero que agredió a un trabajador, y llamó la atención sobre el miedo que siente la plantilla de ser víctimas de violencia.
Según un comunicado, el máximo ejecutivo de la MTA, Janno Lieber, enviará una carta a la Fiscalía de El Bronx para pedir que un juez imponga un veto a Alexander Wright, un hombre acusado de atacar a un limpiador del metro y que tiene un amplio historial delictivo plagado de detenciones.
Wright, de 49 años, está en prisión preventiva por agredir hace una semana a Anthony Nelson, de 35, y dejarlo hospitalizado, con la clavícula rota y la nariz dislocada, después de que el trabajador de la limpieza intentara impedir que el acusado acosara a otros pasajeros en una estación del barrio de El Bronx.
El sujeto, que está acusado de agresión y acoso, es un viejo conocido de la justicia y ha sido arrestado más de cuarenta veces, incluyendo uno el año pasado por un ataque no provocado a una mujer asiática que cayó inconsciente al suelo, lo que fue considerado un crimen de odio y conmocionó a los neoyorquinos.
AGRESIONES RECURRENTES
Lieber dijo que la organización quiere hacer lo posible para mantener la seguridad de los pasajeros y trabajadores, y consideró que el veto está "justificado" en el caso de Wright por su amplio historial delictivo.
Richard Davey, presidente de NYC Transit, parte de la MTA y que opera los transportes de la Gran Manzana, agregó que las agresiones a los empleados son recurrentes y criticó que no debería ser parte de su trabajo "mirar por detrás del hombro por miedo a que les ataquen".
La MTA indicó que pedirá a la Fiscalía que cuando se conozca la penalización para Wright, un juez prohíba a Wright acceder al sistema, incluyendo el metro, los trenes, autobuses y sus instalaciones, durante tres años, que es el máximo tiempo posible bajo la ley.