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Un equipo internacional de astrónomos ha realizado la primera medición directa de la temperatura de los granos de polvo que se encuentran en las partes exteriores de un disco de formación de planetas alrededor de una estrella joven, que resultaron ser mucho más frías de lo esperado: -266 grados centígrados, solo siete grados por encima del 0 absoluto.

Liderado por Stéphane Guilloteau, del Laboratorio de Astrofísica de Burdeos (Francia), este equipo empleó los telescopios europeos ALMA e IRAM para medir la temperatura de estos discos protoplanetarios.

Los astrónomos calcularon la temperatura de los grandes granos de polvo que hay alrededor de la joven estrella 2MASS J16281370-2431391, en la región de formación estelar de Rho Ophiuchi, a unos 400 años luz de la Tierra.

DISCO PROTOPLANETARIO

Esta estrella está rodeada por un disco de gas y polvo o 'disco protoplanetario', así llamado por tratarse de las primeras etapas en la creación de sistemas planetarios. En concreto, el disco estudiado se ve casi de canto, y su aspecto en las imágenes de luz visible ha hecho que sea apodado como platillo volante .

Los científicos utilizaron el telescopio ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) para observar el resplandor proveniente de moléculas de monóxido de carbono en el citado disco y fueron capaces de crear imágenes muy nítidas.

Según Guilloteau, "este disco no se observa contra un cielo negro y vacío", sino que "vemos su silueta frente al brillo de la nebulosa Rho Ophiuchi". Este resplandor difuso se extiende demasiado como para ser detectado por ALMA pero el disco lo absorbe y la señal negativa resultante significa que partes del disco están más frías que el fondo.

Los astrónomos combinaron las mediciones del disco llevadas a cabo por ALMA con las observaciones de la luz de fondo del telescopio de 30 metros IRAM, instalado en España.

Derivaron una temperatura para los granos de polvo del disco de -266 grados (sólo siete grados sobre el cero absoluto), a una distancia de unos 15.000 millones de kilómetros de la estrella central.

Se trata de la primera medición directa de la temperatura de granos grandes (con dimensiones de aproximadamente un milímetro) en este tipo de objetos.

Esta temperatura es mucho menor de lo que predicen los últimos modelos, que estimaban valores de entre -258 y -253 grados centígrados (entre 15 y 20 grados Kelvin).

IMPACTO DEL DESCUBRIMIENTO

Para resolver esta discrepancia, y dado que alcanzan temperaturas tan bajas, los expertos apuntan que las características de estos grandes granos de polvo deben ser diferentes a lo que se creía hasta ahora.

Emmanuel di Folco, del Laboratorio de Astrofísica de Burdeos y coautor del trabajo, explica que "para establecer cuál es el impacto de este descubrimiento en la estructura del disco tenemos que encontrar qué propiedades del po

lvo pueden resultar plausibles a temperaturas tan bajas".

"Tenemos algunas ideas, como que la temperatura puede depender del tamaño del grano, siendo los granos más grandes más fríos que los más pequeños, pero es demasiado pronto para estar seguros", admitió.

Si se determina que estas bajas temperaturas del polvo son una característica normal de los discos protoplanetarios, ello podría tener consecuencias en la comprensión de cómo se forman y evolucionan dichos objetos.