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Los médicos del Hospital Santísima Trinidad de Salamanca, que ayer sufrió dos cornadas "muy graves" en el abdomen en la plaza de toros salmantina, han augurado hoy que el torero Miguel Ángel Perera podría "estar tentando en un mes", siempre que siga "la evolución como hasta ahora". Miguel Ángel Perera ha pasado la noche tranquilo, está "consciente" y, "dentro la gravedad", está estable y mejora su situación médica, han añadido los médicos.

En una rueda de prensa para dar a conocer el parte médico, el cirujano que intervino al diestro en la plaza de La Glorieta, Luis Ortega, ha reconocido que "si todo sigue bien, en 20 días puede estar ejercitándose y en un mes tentando".

El torero de la Puebla de Prior (Badajoz) sufrió ayer una espeluznante cornada por parte del tercer toro de la corrida de la Feria de Salamanca, que le cogió de lleno al hilo de las tablas a la altura del bajo vientre cuando el torero lo recibió de rodillas con el capote.

El parte médico en la misma plaza de toros hablaba ayer de dos gravísimas cornadas en el abdomen, "una a nivel de punto de Mac-Burne con trayectoria descendente. Se realiza laparotomía media, infra-supraumbilical. La herida penetra en el retroperitoneo y disecciona artera ilíaca común, así como ilíaca interna, externa y vena ilíaca, dejando músculo Psoas al descubierto", además de otra cornada en la "región tercio inferior de hipogastrio en tercio externo derecho que desgarra aponerurosis de oblicuo mayor y oblicuo menor y transverso, de pronóstico muy grave".

Pese a esta gravedad, el doctor Ortega, que intervino quirúrgicamente a Perera en la plaza de toros, ha reconocido que "sigue una evolución muy positiva", y que "a priori no dejará ningún tipo de secuelas".

"Creo que está muy animado y le hemos pedido que haga ejercicios mientras sigue consciente en la UVI para que la recuperación sea más rápida", ha añadido el cirujano.

Según la doctora Silvia Martín, que sigue la evolución del torero, está "consciente y permanece estable, dentro de la gravedad, ya que no tiene fiebre ni signos de infección".

Por su parte, el doctor Luis Ortega ha recordado que en un principio, cuando Perera llegó a la enfermería de la plaza de toros, "vi que la gravedad de las heridas era importante" y que en función de donde se produjeron las cornadas "consideré que podíamos habernos encontrado cualquier cosa".

Es más, en su opinión, "es la peor cornada que he visto en La Glorieta", la plaza de toros de Salamanca, desde que llegó en 1973.