Tenía 110 años y era el último hombre vivo que combatió en la Primera Guerra Mundial . Ha muerto en Australia ,dónde pasó la mayor parte de su vida a pesar de ser de origen británico. Su salud de hierro le hizo estar siempre muy activo, hasta el punto de que publicó su autobiografía a los 108 años de edad.
"El último de los últimos" era el título de su libro. En él recuerda cuando una paquete de cigarros costaba un penique , el acontecimiento que supuso conducir su primer coche por la ciudad o la primera vez que hizo "surf" en la costa de Sudáfrica y la extrañeza que le causó cuando sus vecinos negros eran obligados a utilizar una playa diferente .
En pleno apogeo de la Primera Guerra Mundial. comenzó su entrenamiento con la Real Fuerza Naval Británica. Aún no había cumplido los 14 años. Estuvo 41 en el Ejército .
En 1917, se unió al buque de guerra HMS Revenge, desde donde vio rendirse a la Flota de Ultramar alemana, la principal flota de Alemania durante la guerra."No había más señales de pelea en los alemanes cuando salieron de la niebla a las 10 de la mañana", escribió en su autobiografía. La bandera alemana, recuerda, había sido bajada al anochecer."
Su matrimonio también fue longevo ,78 años. Su mujer, murió a los 98. Tuvo tres hijos que ahora tienen entre 70 y 80 años .
Hoy, ha muerto en un residencia de ancianos. Era el último combatiente que aún quedaba con vida de la Primera Guerra Mundial. Se llamaba Claude Stanley Choules.