Uno de los frentes del incendio de Sierra Bermeja, en Málaga | EUROPA PRESS
(Actualizado

En lo que va de año la Guardia Civil ha detenido o investigado a más de 300 personas por delitos de incendios forestales, cada vez más peligrosos. Solo este año, los grandes incendios han aumentado un 25%y un tercio de la superficie quemada se inició por un vehículo.

Este fue el origen del incendio más grave de 2021, el de Navalacruz, en Ávila, que arrasó más de 22.000 hectáreas el pasado mes de agosto. Un coche averiado comenzó a arder en el arcén de una carretera y pronto las llamas se extendieron al monte.

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Las elevadas temperaturas, la escasez de humedad y las fuertes rachas de viento cambiante favorecieron la expansión y dificultaron la extinción de un incendio cuya investigación se ha archivado judicialmente esta misma semana, al no poder imputar delito ni al conductor del vehículo siniestrado ni a los participantes en las labores de extinción.

Más graves y peligrosos

A poco más de un mes para que concluya 2021 la Guardia Civil hace balance este sábado de sus actuaciones contra los incendios forestales. Destacan que, aunque el número de fuegos haya descendido respecto a la media de la última década, los que se producen son más peligrosos y se llevan por delante más hectáreas, unas 85.000 calcinadas este año.

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Lo que no varía es el factor desencadenante del fuego, pues en la mayoría de los incendios forestales -cerca del 80 %- la mano humana está detrás, sea por la obra de un incendiario, por negligencia en el uso de un fuego o por una imprudencia.

Entre las causas más comunes están las hogueras, las quemas agrícolas o el mal estado de las líneas eléctricas.

Pero este año en 35 incendios considerados grandes, los de más de 500 hectáreas quemadas, el inicio fue un vehículo bien por una avería, accidente o por una mala combustión que desencadenó en fuego, lo que sucedió no solo en el incendio de Navalacruz, sino también en el de Villarrasa, en Huelva, con 870 hectáreas quemadas en julio.

Además de estos fuegos, destacan el que afectó a Sierra Bermeja, en Málaga, declarado el 8 de septiembre y que se dio por extinguido un mes y medio después. Quemó casi 10.000 hectáreas de tres espacios naturales protegidos y provocó la muerte de un bombero.