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Una niña de dos años de edad cayó de una décima planta mientras jugaba en su domicilio en la ciudad de Hangzhou en el este de China. En ese mismo instante una transeúnte que desde minutos antes presenciaba lo que sucedía, se quitó los tacones, se colocó bajó la ventana y extendió los brazos para coger a la pequeña.

La mujer, de 31 años, lo consiguió, aunque ambas están en el hospital. La salvadora con un brazo fracturado y la niña en una UCI pediátrica con varios órganos internos dañados, pero con posibilidades de salir adelante con vida. Su cerebro no ha recibido ningún daño según ha mostrado un escáner.

La pequeña se encontraba sola en la casa ya que su abuela que estaba a su cuidado había salido a hacer un recado.