Astrónomos de las universidades de Berkeley y Cornell han encontrado una explicación sorprendentemente sencilla para la extraña órbita del cometa 'Oumuamua, detectado en 2017.
Se determinó que este objeto aceleraba alejándose del Sol de una forma que los astrónomos no podían explicar. Este detalle, junto a que no tenía coma brillante ni cola de polvo, a su peculiar forma alargada y su pequeño tamaño, llevó a algunos a sugerir que se trataba de una nave espacial extraterrestre.
Los investigadores sostienen ahora que las misteriosas desviaciones del cometa de su trayectoria hiperbólica alrededor del Sol pueden explicarse por un sencillo mecanismo físico común a muchos cometas helados: la desgasificación de hidrógeno a medida que el cometa se calentaba bajo la luz solar, según publican en la revista 'Nature'.
Impulsado por el hidrógeno
Lo que diferenciaba a Oumuamua de cualquier otro cometa bien estudiado de nuestro sistema solar era su tamaño: Era tan pequeño que su desviación gravitatoria alrededor del Sol se vio ligeramente alterada por el pequeño empuje creado cuando el gas hidrógeno brotó del hielo.
La mayoría de los cometas son esencialmente bolas de nieve sucias que se acercan periódicamente al sol desde los confines de nuestro sistema solar. Al calentarse con la luz solar, un cometa expulsa agua y otras moléculas, produciendo un halo brillante o coma a su alrededor y, a menudo, colas de gas y polvo, que actúan como los propulsores de una nave espacial.
Especular a lo loco
Cuando fue descubierto, Oumuamua no tenía ni coma ni cola y era demasiado pequeño y estaba demasiado lejos del Sol para captar suficiente energía como para expulsar mucha agua, lo que llevó a los astrónomos a especular a lo loco sobre su composición y lo que lo empujaba hacia el exterior.
Jennifer Bergner, profesora adjunta de Química de la Universidad de Berkeley, pensó que podría haber una explicación más sencilla. Planteó el tema a un colega, Darryl Seligman, ahora becario postdoctoral de la National Science Foundation en la Universidad de Cornell, y decidieron trabajar juntos para ponerla a prueba y comprobar si pudiera ser que el cometa emitiera hidrógeno al calentarse cuando entrara en el sistema solar y eso produjera la fuerza que se necesita para explicar la aceleración no gravitatoria.
Descubrió que las investigaciones experimentales publicadas desde 1970 demostraban que cuando el hielo recibe el impacto de partículas de alta energía similares a los rayos cósmicos, se produce abundante hidrógeno molecular (H2), que queda atrapado en el hielo. "Como 'Oumuamua era tan pequeño creemos que produjo la fuerza suficiente para impulsar esta aceleración", desvela.
Se cree que el cometa tenía un tamaño aproximado de 115 por 111 y por 19 metros pero los astrónomos no podían estar seguros del tamaño real porque era demasiado pequeño y distante para que los telescopios pudieran resolverlo.
"Lo bonito de la idea de Jenny es que es exactamente lo que debería ocurrir con los cometas interestelares --comenta Seligman--. Teníamos todas estas ideas estúpidas, como icebergs de hidrógeno y otras locuras, y es simplemente la explicación más genérica".
Primeras observaciones
El 19 de octubre de 2017, en la isla de Maui, los astrónomos que utilizaban el telescopio Pan-STARRS1, operado por el Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawái en Manoa, observaron por primera vez lo que pensaron que era un cometa o un asteroide.
Una vez que se dieron cuenta de que su órbita inclinada y su alta velocidad --87 kilómetros por segundo-- implicaban que procedía de fuera de nuestro sistema solar, le dieron el nombre de 1I/Oumuamua (oh MOO-uh MOO-uh), que en hawaiano significa "un mensajero de lejos que llega primero". Fue el primer objeto interestelar, aparte de granos de polvo, jamás visto en nuestro sistema solar.
En 2019 se descubrió un segundo, 2I/Borisov, aunque su aspecto y comportamiento eran más parecidos a los de un cometa típico.
A medida que más telescopios enfocaban a Oumuamua, los astrónomos pudieron trazar su órbita y determinar que ya había dado una vuelta alrededor del Sol y se dirigía fuera del sistema solar.