Nuevas formas de maltrato infantil en divorcios y falsos casos de "bullying"
Los expertos han alertado de la aparición de nuevas formas de maltrato infantil cuando los padres convierten a sus hijos en víctimas de rupturas matrimoniales y de falsos casos de "bullying" o "acoso escolar".
Así lo ha expresado a Efe la presidenta de la Federación de Asociaciones de Prevención de Maltrato Infantil (FAPMI), Eulalia Palau, quien ha hecho un llamamiento a la reflexión para evitar estos casos de maltrato involuntario o voluntario "por falta de salud mental de los padres" que se detectan en el medio escolar.
Cuando se rompe una pareja con hijos, algunos abogados recomiendan a sus clientes que cuando el niño vuelva de la casa del excompañero sentimental le pregunten por su comportamiento para obtener pruebas.
Palau ha pedido a los letrados que trabajen con rigor con los niños, a los que hay que proteger y no utilizar de forma "desvergonzada" como "moneda de cambio" para salir ganando en una relación.
Si el proceso de ruptura matrimonial se prolonga en el tiempo, los niños reciben todos los días este tipo de maltrato, ha subrayado la presidenta de FAPMI, quien ha apuntado que una mayor agilidad y rapidez en la celebración de los juicios en los juzgados de familia contribuiría a eliminar estas situaciones.
La Asociación Catalana por la Infancia Maltratada, dentro de su programa "Acoge", detecta este tipo de maltrato en seis de cada diez casos, ha precisado Palau, tras recordar que, como jefa de Estudios en un Instituto de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), en una clase, llegó a tener cuatro niños que tenían que ir al Juzgado a testificar por problemas de violencia machista o divorcio.
A su juicio, esto supone "un atentado" contra el derecho del niño a tener padre y madre, recogido en la Convención Internacional de los Derechos de la Infancia, ya que si uno de los dos utiliza al pequeño para que testifique a su favor le está quitando al otro progenitor.
Otro tipo de maltrato infantil está asociado al síndrome de Münchausen por poderes, que se produce cuando el padre o la madre utiliza el dolor del hijo para sentirse reconfortado, provocando enfermedades que no existen y que remiten durante el ingreso hospitalario cuando el progenitor no está con el niño.
Hasta hace pocos años, este síndrome conllevaba un maltrato físico del pequeño cuando el adulto cuidador, generalmente la madre, se inventaba enfermedades, buscaba médicos y hospitales, y hacía pasar a su hijo por pruebas dolorosas sin ninguna necesidad.
Ahora, es frecuente que algunos padres hagan vivir a sus hijos enfermedades psicológicas como una depresión a causa de un ficticio "bullying" o "acoso escolar" con el fin de conseguir un cambio de escuela, por ejemplo.
En estos casos, hay dos víctimas, el niño que está viviendo una enfermedad imaginaria y el niño acusado de hacer "bullying", lo que lleva a que el profesor centre su atención en el problema y desatienda al conjunto de la clase.
Los padres de la falsa víctima llegan a plantear sus quejas en la Inspección de Educación, consultar abogados, presentar una denuncia en un Juzgado y vigilar el patio de recreo desde la verja, ha detallado Palau, para indicar que, en este nuevo tipo de maltrato, el niño está sobreprotegido, negándole su derecho a crecer y ser autónomo.
Ha resaltado que en un Instituto de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), en un curso escolar, llegó a detectar cuatro casos de este tipo entre 120 alumnos.
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