El papa Francisco anunció que en septiembre de este año, cuando está prevista su visita a Estados Unidos, canonizará al franciscano español y ya beato Junípero Serra Ferrer, fundador de varias misiones en California. El anunció lo hizo durante la rueda de prensa que dio en el avión en el que volaba hacia Manila, después de su visita de dos días en Sri Lanka. "Si Dios quiere canonizaré a fray Junípero Serra en septiembre en los Estados Unidos", aseguró a los medios de comunicación que viajan con el papa, entre ellos Efe.
Está previsto que el pontífice viaje a Filadelfia en septiembre para participar en la Jornada Mundial de la Familia, pero aún no hay un programa ni se conoce si visitará otros países.
Junípero Serra Ferrer nació el 24 de noviembre de 1713 en Mallorca (España) y falleció el 28 de agosto de 1784 en Monterrey, en el estado de California. El franciscano había sido ya beatificado en 1988 en una ceremonia en Los Ángeles, en la que hubo numerosas protestas por parte de algunos nativos estadounidenses.
La canonización de Junípero Sierra se produce, como dijo el papa, sin que se haya confirmado un segundo milagro, necesario para poder ser elevado a los altares.
Sobre ello, Francisco explicó que ha decidido elevar a los altares a Junípero Serra y a otros beatos por lo que se llama una canonización equivalente, es decir sin la necesidad de aprobar un milagro y debido a la probada veneración popular. "He decidido canonizar a aquellos que hicieron una gran labor de evangelización y que recogen el espíritu evangelizador de la 'Evangelii Gaudium' (su exhortación apostólica "La alegría del evangelio"), explicó Francisco.
Lo mismo ocurrió con Jose Vaz, el misionero que fue canonizado por Francisco ayer en Colombo y que se convirtió en el primer santo cingalés. Fray Junípero Serra se unió en 1749 al colegio de misioneros franciscanos de San Fernando, en México, y en 1767 fue nombrado superior de las misiones franciscanas de Baja California, México, y dos años después llegó a lo que hoy es territorio estadounidense para continuar su labor de evangelización.
VISITA A FILIPINAS
El papa Francisco llegó a Filipinas, el país con mayor número de católicos de Asia, para una visita en la que se prevé que millones de ciudadanos asistan a los actos y sepelios programados.
El avión en el que viaja el santo padre aterrizó a las 17.36 hora local (09.36 GMT) en la base aérea de Villamor, en Manila, donde le recibieron el presidente filipino, Beningno Aquino, miembros de su Gobierno y los arzobispos de Manila, Antonio Tagle, y de Lingayen-Dagupan, Sócrates Villegas, entre otras personalidades, según la transmisión en directo por televisión.
Un grupo de más de mil niños protagonizaron un colorido baile que imprimió el carácter festivo a la recepción del pontífice en Filipinas, nación que recibió por última vez la visita de un máximo representante de la Iglesia Católica en 1995. Tras la salida del aeropuerto, el convoy del pontífice recorrerá algunas de las principales calles de la capital de camino a la nunciatura (embajada de El Vaticano) de Manila, donde se alojará durante su estancia en el país.
Las autoridades filipinas estiman que al menos medio millón de personas han salido a recibir al santo padre, cuyo vehículo avanzará a unos 20 kilómetros por hora. El recorrido podría tardar entre una y tres horas, dependiendo de si el papa decide pararse a saludar a la gente.
"Para nosotros es imposible saber exactamente cuánto va a tardar. Todo depende de él", dijo a los medios el embajador filipino Marciano Paynor, miembro del Comité Central para la Visita del Papa del país.
Mañana, el argentino Jorge Mario Bergoglio tiene previsto acudir al palacio presidencial de Malacañang, donde se entrevistará con Aquino y con autoridades locales . Poco después, dará su primera misa ante la presencia de arzobispos, sacerdotes y devotos en la Catedral de la Inmaculada Concepción de Manila, tras lo que se reunirá con familias filipinas pobres.
El sábado, el santo padre se desplazará hasta la ciudad de Tacloban, en el este de Filipinas, para hablar con las víctimas del tifón Haiyan, que destruyó esa localidad en noviembre de 2013, y oficiar una misa.
El domingo, de vuelta en Manila, se reunirá con grupos de estudiantes en la Universidad de Santo Tomás y después oficiará otro sepelio, esta vez en el centro de la capital, al cual se espera que acudan más de seis millones de personas. El lunes, tras una breve ceremonia de despedida, el papa Francisco partirá hacia Roma.
El viaje del pontífice a Filipinas ha estado precedido por meses de expectación en los que el Gobierno del país ha preparado a conciencia la visita, para la que desplegará más de 40.000 agentes de policía y soldados.Se teme que la visita pueda verse afectada por la tormenta tropical Mekkhala, que se acerca a la costa este de Filipinas y llegará al país en los próximos días.
Filipinas es la segunda y última parte del santo padre en su segundo viaje a Asia, que empezó en Sri Lanka.