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Unos juegan, otros miran, otros escuchan, otros pasean disfrazados de sus héroes favoritos y otros compiten, así es el día a día en la tercera edición de Madrid Games Week, un punto de encuentro para cada vez más aficionados a los videojuegos, un universo que ya no es exclusivo de los niños.

Desde los que lucen barba poblada hasta los que levantan poco más de metro y medio del suelo pasando por los padres de estos últimos, todos ellos abarrotan estos días los pasillos del pabellón 8 de Feria de Madrid, convertido en el paraíso de los videojuegos y a su vez, en el epicentro nacional del entretenimiento digital hasta el próximo domingo.

A un lado del pasillo central, niños con la mochila a hombros se juegan la supremacía futbolística sobre el tapete virtual; mientas que en el otro lado, varios jugadores más mayores y muy concentrados, se fajan por sobrevivir en un conflicto bélico digital.

"Es una concepción totalmente errónea esa que dice que los videojuegos son para niños", explica Julián Gómez, al que los buenos aficionados al mítico Counter Strike conocerán como Stkr, el pseudónimo con el que comenta -sí, comenta, como en el fútbol- las partidas de este videojuego junto a Óliver Quiñones, más conocido como Kibito.

"Hace 30 años los videojuegos eran para los niños, pero ahora esos niños ya están crecidos, tienen chiquillos y la videoconsola es para toda la familia", aclara Gómez, a quien completa su compañero durante un momento de tregua en el que esta pareja -equivalente a Paco González y Manolo Lama, pero en los videojuegos- ha aprovechado para recorrer la feria.

Quiñones señala que "hace más de 20 años, los niños empezaban a ver el fútbol porque se lo contagiaban sus padres, sin embargo ahora, al tratarse de una generación digital, se tiene la oportunidad de ver partidas del videojuego que te gusta y aprender con ello".

"Creo que esto va a crecer cada vez más, de hecho hasta se hacen especulaciones de que dentro de poco se alcanzará a la SuperBowl en cuanto a espectadores y en cuanto a generación de beneficios", destaca Quiñones.

Y si estos dos expertos, buenos conocedores de la materia, dicen que la videoconsola es para toda la familia, unos metros más allá se cumple esta afirmación al pie de la letra.

De paseo a través de los diferentes expositores y rodeados de jugadores intentan seguir el desarrollo de las partidas Jorge Novella, Pilar Naranjo y su hijo Jorge, que se mueve emocionado al verse rodeado de videojuegos después de convencer a sus padres para acudir a Madrid Games Week.

"Me he dejado engañar muy fácil", comenta entre risas el padre, quien admite que también disfruta jugando a la videoconsola, aunque se lo toma algo menos en serio que su hijo.

"Lo que más me gusta es pasarme el juego, si no consigo todos los personajes y todas las armas no me lo he pasado", confiesa Jorge hijo, a quien su madre le dio la idea de ir a la feria.

La madre indica que ella vio "en Youtube" que se iba a celebrar una nueva edición de Madrid Games Week y rápidamente se lo comento a su marido y a su hijo.

"Pensé que les iba a encantar, más al pequeño, pero casi creo que es el papá el que la está disfrutando más", reconoce Naranjo.

También disfrutando, o más bien esperando en una fila para disfrutar después aguardan Raúl Gómez, Sergio Gutiérrez y Fernando Montes, tres amigos que no han perdido la oportunidad de acercarse a la feria.

"Llevamos como una hora esperando para echar una partida al nuevo Star Wars, que promete mucho", subraya Gómez haciendo las veces de portavoz de su grupo que hoy, como tantos otros aficionados a los videojuegos, ya han avisado a familia y a amigos de que tenían la jornada reservada.

"Hoy el día tenía que ser para nosotros, un día para jugar a las videoconsolas", aclara Gómez antes de tomar el mando de un comando intergaláctico virtual. Que la fuerza os acompañe, jugadores.