Extender el uso responsable de las pantallas audiovisuales y combatir la conocida como 'tecnoadicción', sobre todo entre las nuevas generaciones, requiere una implicación activa de toda la sociedad y no solo de padres y profesores, aunque estos sean los principales actores en la formación de los menores. Es el mensaje que hoy destacaron los representantes del Observatorio de Contenidos Televisivos Audiovisuales (OCTA) durante una jornada sobre 'El uso de pantallas por la infancia y los adolescentes', organizada en el Congreso de los Diputados.
El OCTA presentó en este encuentro el 'Décalogo de las pantallas audiovisuales'. En él, las organizaciones de consumidores, usuarios de la comunicación, padres y sindicatos que forman el OCTA señalan que la responsabilidad de un uso "responsable", "crítico" y "educativo" de las nuevas tecnologías "recae no solo en la familia, la escuela, el trabajo y la calle, "sino también en los productores de contenidos y, en general, en toda la sociedad".
Valentí Gómez, portavoz del OCTA, explicó que a los partidos políticos les corresponde sacar adelante un pacto por la educación que refuerce en la escuela el fomento del buen uso de las pantallas y la formación en nuevas tecnologías de unos profesores que en muchos casos "son de otra época y cuyo reciclaje es difícil".
En la jornada celebrada en la Cámara Alta participaron escolares y la mayoría de los que tomaron la palabra coincidieron en reconocer su excesiva querencia por el móvil o la tableta, pero también en quejarse de que sus padres están "enganchados" a estos artefactos y que les cuesta dejarlos de lado incluso cuando están en su presencia. "A los padres les toca el papel de buscar la armonía, para no educar niños adictos pero tampoco aburridos. Las pantallas sirven para fomentar la curiosidad si se usan adecuadamente", señaló Gómez.
INDICADOR DE TIEMPO
Para Ana Echenique, represesentante de la Confederación de Consumidores y Usuarios en el OCTA, las nuevas tecnologías "han llegado tan rápido que nos han pillado desprevenidos a todos, y nadie está haciendo un buen uso de ellas". "Los chicos reconocen que pasan mucho tiempo con ellas y que incluso pierden amigos, pero también dicen que sus padres están enganchados", señala esta experta.
En el decálogo, el OCTA señala que las pantallas audiovisuales "deberían indicarnos siempre cuál es el tiempo sostenible, saludable e idóneo para cada uso".
En referencia a los profesores, indica que la 'tecnoadicción' es una nueva realidad que afecta compulsivamente a las nuevas generaciones, por lo que es especialmente necesario "informar a todos los educadores de los beneficios y de los riesgos que puede comportar el esceso de tecnología en nuestras vidas".