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Los tres piratas informáticos detenidos en una operación policial en varias provincias de España tenían previsto lanzar un ataque contra las páginas webs de los principales partidos políticos en la víspera de las elecciones del 22-M, pero finalmente no lo pudieron hacer porque fueron arrestados.

Así lo ha asegurado comisario jefe de la Brigada de Investigación Tecnológica, José manuel Vázquez, en una rueda de prensa conjunta con el comisario de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal, José Luis Olivera, en la que han informado de la desarticulación en España de la cúpula de piratas informáticos de "Anonymous".

Se trata de un movimiento compuesto por personas de diversas nacionalidades que actúan anónimamente de forma independiente pero coordinada para atacar un objetivo, con el fin de colapsar determinadas páginas webs o conseguir datos que luego les puedan servir.

Desde sus comienzos en 2008, "Anonymous" han atacado en todo el mundo a numerosas multinacionales, entidades financieras o páginas oficiales de los gobiernos de Egipto, Argelia, Libia, Irán, Chile, Colombia o Nueva Zelanda.

La investigación se inició en España en octubre de 2010 a raíz de una denuncia del Ministerio de Cultura tras haber sufrido su web un ataque de "denegación de servicio" -para colapsar la página-, en este caso para protestar por la denominada "Ley Sinde".

Posteriormente, este movimiento reivindicó el ataque contra la Junta Electoral Central (JEC) del pasado 18 de mayo, cuatro días antes de las elecciones, acción que condujo a los investigadores a detener en Almería a uno de los responsables de "Anonymous" en España, de 31 años y natural de Gijón.

Según Vázquez, esta persona daba infraestructura a la organización con un servidor ubicado en su propio domicilio y desde el que se han coordinado supuestamente ataques lanzados contra la tienda de Playstation de Sony, BBVA, Bankia o Enel, entre otras empresas.

En la operación, la Policía ha detenido también a otras dos personas, de entre 30 y 33 años, en San Vicente de Raspeig (Alicante) y Arenys de Mar (Barcelona).

Todos ellos, que ya han sido puestos en libertad, se enfrentan a penas de entre 1 y 3 años por los delitos de asociación ilícita y de descubrimiento y revelación de secretos, en el caso de que finalmente se hayan apoderado de datos.

El comisario jefe de la BIT ha destacado la sofisticación que los detenidos empleaban para llevar a cabo sus ataques informáticos que incluso utilizaban redes wifi ajenas para no ser rastreados. De hecho, dos de ellos no tenían ni tan siquiera conexión a internet.