Agentes de la Policía Nacional han llevado a cabo una macrooperación contra el maltrato animal en la que han sido detenidas 34 personas, en Madrid, Alicante, Murcia y Tenerife, que llevaban a cabo un circuito de peleas ilegales de perros. Además, se ha rescatado a 230 perros "potencialmente peligrosos entrenados y destinados a participar en peleas a muerte" y que ya han sido acogidos por asociaciones protectoras y entes oficiales.
A los detenidos se les imputan delitos de organización criminal, delito continuado de maltrato animal, contra la salud pública: tráfico de estupefacientes e ilegal de medicamentos, blanqueo de capitales y omisión del deber de perseguir delitos. Además los agentes han practicado 17 registros domiciliarios en los que, además de rescatar a 230 perros, se han incautado de una pistola y un revólver y tres plantaciones de marihuana (con 800 plantas adultas).
La operación ha sido desarrollada por agentes de la Comisaría General de Policía Judicial, de la Jefatura Superior de Policía de Canarias y de las comisarías de Tenerife, Alicante y Murcia. Según ha informado la Policía Nacional, los agentes irrumpieron en un evento que se celebraba en Tenerife y en el que estaban previstas cuatro peleas ilegales, organizadas por un grupo criminal que suministraba anabolizantes a los canes y que se financiaba con el tráfico de estupefacientes.
De hecho, en la misma operación se han desmantelado tres plantaciones de marihuana, con un total de 800 plantas incautadas, cuatro kilogramos de marihuana seca, 40 gramos de cocaína y 200 gramos de hachís, 30.000 euros, sistemas de entrenamiento específico canino extremo y diferentes sustancias como anabolizantes, testosterona, hormonas, diuréticos o material eutanásico.
La investigación comenzó en septiembre de 2016 cuando se recibió información, de una asociación de protección canina, "sobre una persona que presuntamente participaría en peleas de perros en la localidad madrileña de Fuente el Saz".
TRAFICO DE DROGAS Y BLANQUEO
Según la Policía, esta organización criminal está presuntamente a cargo de un circuito nacional de peleas de perros con sedes en diferentes provincias españolas, como Murcia, Alicante o Santa Cruz de Tenerife. Además, en la investigación se hallaron conexiones de los sospechosos con el tráfico de drogas y el blanqueo de capitales.
Los agentes descubrieron también que uno de los investigados, conocido dentro de la organización como "el maestro" y asentado en Madrid, se dedicaba a "jugar" perros en países como Emiratos Arabes, Tailandia o México. A estas peleas en el extranjero acudían los canes con mayor grado de agresividad y que hubieran sobrevivido en el circuito nacional a tres o más combates como vencedores.
PERROS ROBADOS PARA UTILIZARLOS COMO SPARRING
Las pesquisas también permitieron identificar a los responsables de los eventos y a otros miembros de la organización que realizaban diferentes funciones, como la obtención de recetas para dopar los animales, la localización de ubicaciones para celebrar las peleas y los lugares de producción de sustancias estupefacientes (marihuana), la obtención de armas y la gestión de los sitios donde ocultaban los cadáveres de animales no aptos para las peleas.
También se averiguó que uno de los investigados, residente en la población de Adeje (Tenerife), tenía en deplorables condiciones de vida a más de 40 perros preparados para pelear, la mayoría de ellos sin código de identificación.
Otra de las actividades que llevaban a cabo era el robo de perros en fincas "con la finalidad de usarlos como sparring" para los perros que competían. Se apoderaban de animales de similar tamaño y peso a los exigidos en las competiciones para cada una de las categorías establecidas, y los usaban para entrenar a los perros potencialmente peligrosos adiestrados para la lucha.
EVENTO FRUSTRADO EN TENERIFE
Tras más de seis meses de investigación, se averiguó que después de un intento frustrado de hacer un campeonato en Murcia, trasladaron la celebración del mismo a Tenerife, lugar en el que se iban a disputar al menos cuatro peleas clandestinas de perros potencialmente peligrosos.
En ese momento los agentes prepararon un dispositivo para evitar que se produjera, logrando finalmente localizar el lugar de desarrollo irrumpiendo en el mismo cuando se celebraba la segunda de las peleas. Del mismo modo, se desarrollaron actuaciones paralelas en Madrid, Murcia, Alicante y Tenerife para desmantelar el resto de la organización criminal dedicada al maltrato animal.