Persona mayor con un teléfono móvil | Archivo
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El 40% de los parados de más de 50 años son de larga duración y sufren el “síndrome del teléfono apagado” al llevar más de doce meses en una búsqueda infructuosa de empleo porque las empresas ignoran sus currículos y la mayoría de los procesos de selección no los tienen en cuenta.

Esta es la denuncia lanzada este jueves por Generación Savia, el proyecto de la Fundación Endesa que, en colaboración con la Fundación Máshumano, ha detectado este sentimiento en “muchas de las personas a las que viene acompañando y formando desde hace cinco años” para ayudarlas a reincorporarse al mercado de trabajo.

Los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA) del mes de julio ponen de manifiesto que los profesionales mayores de 50 años representan el 30,34% del paro total en España y cuatro de cada diez desempleados de esta franja de edad son de larga duración.

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El “síndrome del teléfono apagado” les genera un estrés emocional intenso ante “la ausencia de respuesta de las solicitudes laborales enviadas”, tal y como explicó este jueves Óscar Fajardo, experto en comportamiento humano y social con más de 20 años de experiencia en el ámbito de la empresa y colaborador de Generación Savia.

Además, la situación tiene repercusiones drásticas “no sólo a nivel económico, sino también a nivel mental y emocional, haciéndoles más susceptibles” de tener ese sentimiento de que el mercado laboral les ignora.

“Hemos creado una sociedad ‘trabajo-céntrica’ en la que se produce una absoluta identificación entre el ser y el trabajar. La desaparición del puesto de trabajo implica también la desaparición de uno de los ejes más importantes en los que la persona apoya su identidad. La consecuencia es la pérdida de una posición clara en el mundo, el bloqueo por no tener claro hacia dónde ir”, destacó Fajardo en un comunicado.

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Por su parte, la coach ejecutiva Ana Aceituno, entrenadora de la calidad humana y colaboradora de Generación Savia, reconoció haber sufrido este síndrome y su impacto en la salud mental. Para paliar estos efectos, explicó que “es importante buscar apoyo emocional, desarrollar estrategias para afrontarlo de manera saludable y mantener una mentalidad positiva para sobrellevar esta etapa de la búsqueda de empleo de manera efectiva”.

En este sentido, Fajardo incidió en que el síndrome del teléfono apagado “puede afectar a la autoestima de las personas y tener efectos psicológicos” desde cuatro ámbitos: ansiedad y depresión ante la constante espera de una llamada o la incertidumbre sobre el futuro laboral; autoestima y autoconfianza reducidas por la falta de respuestas o rechazos constantes; aislamiento social por la vergüenza de estar en paro durante un largo periodo de tiempo, y pérdida de sentido de identidad ante la falta de una sensación de propósito.

Para hacer frente a todo esto, Generación SAVIA subrayó que lleva “más de cinco años impulsando la empleabilidad de los profesionales sénior, ayudándoles a explorar nuevas salidas profesionales y a superar, entre otros, el síndrome del teléfono apagado” a través de la orientación, formación y visibilizando sus aptitudes en el mercado laboral.

Guiar a los profesionales sénior que se encuentran ante esta difícil situación, así como ofrecerles formación, resulta fundamental, pues esta invisibilidad laboral les puede afectar negativamente en su proceso de reinserción en un puesto de trabajo”, manifestó Elsa Novo de Miguel, responsable de proyectos en la Fundación Endesa.

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Además, para luchar contra la invisibilidad laboral, Fajardo plantea a los parados de más de 50 años una pauta con recomendaciones, como establecer y mantener una rutina diaria; buscar apoyo social en amigos y familiares; proponerse metas profesionales realistas con objetivos concretos y manejables, y cuidar el bienestar emocional practicando aficiones y ejercicio regular.