Desde hace más de 25 años la organización APOPO utiliza ratas africanas de la especie Cricetomys gambianus para identificar los lugares donde se encuentran minas terrestres abandonadas.
Estos animales combinan una serie de características que los hace ideales para la misión: un olfato muy fino, una longevidad de hasta ocho años, una facilidad para ser adiestrados y un peso lo suficientemente bajo como para no activar las minas.
Durante este tiempo, las ratas han ayudado a desactivar miles de minas en varios países como Mozambique, Zimbabwe, Angola, Laos, Camboya y Vietnam.
Una de ellas, llamada Magawa, fue condecorada por detectar más de 70 minas. Después de su muerte, en enero de 2022, medios de todo el mundo le dedicaron elogiosos artículos.