La Alta Velocidad es el buque insignia de las infraestructuras españolas. La industria ferroviaria de nuestro país, con Renfe a la cabeza, logró el millonario concurso para construir el AVE a La Meca, y ahora puja por el AVE a Brasil, un contrato que podría estar en peligro después de este trágico accidente. Desde Renfe y Adif se insiste en que el descarrilamiento no tendría por qué perjudicarles ya que "tecnicamente" no se ha producido en un tramo de alta velocidad.
Así lo ha asegurado el presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar Rodríguez. Según ha señalado la tragedia ocurrida en Santiago "no es un accidente de la alta velocidad española". Gómez-Pomar ha indicado que lo sucedido es "un terrible y lamentable" accidente pero que "no se ha producido en una vía de alta velocidad, no se ha producido en un tren de alta velocidad y que, por lo tanto, no es aplicable a lo que entenderíamos por un accidente en un tren de alta velocidad".
Y de este modo, ha dicho se lo comunicarán a las autoridades brasileñas, país en el que un consorcio integrado por Renfe y otras empresas españolas opta a un contrato para construir alta velocidad ferroviaria.
"Nos vamos a reunir con las empresas del consorcio que va a competir en Brasil para ver qué tipo de acciones, con carácter de comunicación, explicación, podemos hacer para que quede totalmente claro que esto no es un accidente de la alta velocidad española", ha asegurado.
Gómez-Pomar ha apuntado que en la línea Madrid-A Coruña, en la que produjo el accidente, es "una línea mixta, de transición, en construcción hacia la alta velocidad", pero no lo es en su totalidad; en particular, no lo es en el punto del accidente.
ha inistido en que todo la red ferroviaria española es "seguro y con sistemas de seguridad apropiados a todos los tipos de vías y de trenes" lo cual no impide, ha reconocido, que se haya producido "este desgraciadísimo accidente".
"Yo sé que es complicado teniendo un accidente tan importante hablar de elementos de seguridad, de la seguridad, pero debo insistir en que tenemos un sistema altamente seguro y la respuesta de los ciudadanos españoles está siendo ésta: las personas siguen utilizando el ferrocarril, dentro de la pena y el dolor que tenemos, con naturalidad y con aprecio a su sistema ferroviario".
El presidente de Renfe ha afirmado que la empresa está haciendo "mucho hincapié" en explicar a la opinión publica que el sistema ferroviario "es un sistema seguro", "un sistema ferroviario que mueve cada día casi cinco mil trenes, 4.688 trenes, y 1,6 millones de pasajeros, 463 millones al año.
Adif dice que el accidente no excluye a España en la puja del AVE brasileño
Por su parte, el gestor de infraestructuras ferroviarias Adif ha explicado hoy que el accidente del tren a Santiago no tendría que afectar a la puja española para hacerse con el AVE brasileño ya que el descarrilamiento no se ha producido "técnicamente" en un tramo de alta velocidad.
De acuerdo con los pliegos de la Agencia Nacional brasileña de Transportes Terrestres (ANTT) a los que ha tenido acceso EFE, el consorcio licitante debe presentar un documento denominado "Modelo 15" en el que se tiene que acreditar que la empresa operadora del tren "no ha participado de la operación de cualquier sistema de TAV (alta velocidad) donde hubiese ocurrido un accidente fatal" en un periodo de 5 años.
En declaraciones a EFE, el presidente de Adif, Gonzalo Ferre, ha insistido en que no habría ningún problema de requerimientos para la oferta española al proyecto -que asciende a más de 13.000 millones de euros- aunque éste punto "es el menor de nuestros problemas".
Tras el éxito español en el tren de alta velocidad que conectará las ciudades santas de Medina y La Meca y que está presupuestado en 6.736 millones de euros, el Gobierno busca reeditar este triunfo en Brasil de la mano de las empresas públicas Renfe, Adif e Ineco y las privadas Bombardier, Elecnor, Cobra (ACS), Abengoa, Indra, Thales, Dimetronic y Talgo.
El tren Alvia descarrilado es un Talgo 250 Dual, un modelo híbrido que permite circular en vías de diferentes anchos: a velocidades máximas de 250 km/hora en el ancho de vía internacional UIC (1,4 metros) y a 220 km/h en el ancho español (1,6 metros). Realizó su primer servicio comercial en España en la línea Galicia-Madrid en junio de 2012.
El tren de Alta velocidad Río de Janeiro-Sao Paulo-Campinhas, el primero de América Latina, tendrá una longitud de 511 kilómetros y unirá las dos ciudades más pobladas de Brasil dando servicio a un corredor que aglutina al 20 % de la población brasileña, unos 40 millones de personas, y que acumula el 33 % del PIB brasileño.
Está previsto que las ofertas a la licitación de la Fase I del proyecto se entreguen a mediados de agosto de este año.
España cuenta con la primera red de alta velocidad de Europa y la segunda del mundo, sólo por detrás de China.