El Rey Felipe VI ha visitado este jueves la planta 22 del Hospital Central de la Defensa 'Gómez Ulla', donde se encuentra la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel, instalaciones que fueron inauguradas el pasado octubre para atender enfermedades altamente infecciosas tras el caso de ébola que se registró en el otoño de 2014.
Después de la obra para reconvertir la planta 22, el 'Gómez Ulla' ha pasado a formar parte de la red hospitalaria de infecciones graves, compuesta por 24 hospitales de diagnóstico y ocho de tratamiento. Las instalaciones también sirven para formar a los profesionales sanitarios que trabajan en las unidades de aislamiento de la red de hospitales.
Es la primera vez que el monarca visita estas instalaciones, que fueron creadas para atender a pacientes altamente infecciosos, como en su momento lo fue Teresa Romero al resultar contagiada de ébola, y poder contar así con los medios materiales y el personal cualificado para hacer frente a una enfermedad de estas características.
El Rey, ataviado con su uniforme de capitán general del Ejército de Tierra, ha estado acompañado por el ministro de Defensa en funciones, Pedro Morenés; el director del hospital, general de brigada médico Fernando Jordán de Urríes; el inspector general de Sanidad de la Defensa, general de división médico Santiago Coca; y el jefe de la Unidad Nuclear, Radiológica, Bacteriológica y Química (NRBQ) y la Unidad de Aislamiento, coronel médico Antonio Fe Marqués, entre otros.
Don Felipe ha recorrido la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel, que ahora mismo no tiene ningún paciente ingresado, y conocer su área de hospitalización, las zonas comunes de control domótico, la zona de trabajo de enfermería, las áreas de trabajo del personal facultativo, las zonas de desinfección de personal y el laboratorio.
50 PERSONAS POR PACIENTE CON ENFERMEDAD CONTAGIOSA
La unidad cuenta con ocho habitaciones, que 'a priori' podrían parecer pocas, pero no si se tiene en cuenta que por cada hospitalización por enfermedad altamente contagiosa, como el ébola, haría falta un equipo de unas 50 personas. Si se trata de otro tipo de enfermedad con menos índice de contagio, como una tuberculosis resistente a los medicamentos, el hospital sí que podría tener en funcionamiento simultáneamente las ocho habitaciones.
Toda la planta 22 está sometida a un estricto control de entradas y salidas, con esclusas de limpio y esclusas de sucio, y todos los materiales son resistentes a la degradación. Dispone también de un sistema de hipercloración de agua para inodoros y duchas de emergencia para el personal.
Además, el sistema de ventilación de esta planta es cerrado e independiente del resto del edificio en el que está el 'Gómez Ulla'. Todo el aire que sale de esta zona de aislamiento hacia el exterior pasa por dos filtros que absorben el 99,999 por ciento de las partículas contaminantes, por lo que cualquier sustancia que pueda quedar se destruye después con las radiaciones solares y las condiciones meteorológicas.
La Unidad de Aislamiento del 'Gómez Ulla' fue inaugurada hace cuatro meses y de momento no ha tenido que ser utilizada para atender ningún paciente con enfermedad altamente contagiosa. En este tiempo, se ha dedicado al entrenamiento de su personal para que conozca todos los protocolos de actuación a la hora de atender a pacientes con este tipo de enfermedades y así estar preparados en cualquier momento y ante cualquier eventualidad.