Los Reyes de España Don Juan Carlos y Doña Sofía encabezarán la delegación española que asistirá a las canonizaciones de los papas Juan Pablo II y Juan XXIII que se celebrarán este domingo en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
Al día siguiente, a las 12,20 horas, los Reyes serán recibidos por el Papa Francisco en una audiencia privada en el Aula Pablo VI y, previamente, se reunirán con el secretario de Estado del Vaticano, monseñor Pietro Parolin.
El Papa Francisco canonizará este domingo a dos de los papas más recientes, Juan XXIII y Juan Pablo II, en una ceremonia que ha atraído a millones de católicos a El Vaticano. La misa de canonización tendrá lugar en la plaza de San Pedro coincidiendo con la fiesta de la Divina Misericordia, instaurada por el Papa polaco.
Telemadrid, que retransmitirá la ceremonia a partir de las 10 de la mañana del domingo, realizará desde las 9 horas un programa especial en conexión permanente con el Vaticano con motivo de las canonizaciones.
El pontificado del papa polaco duró casi 27 años y en Telemadrid hemos hablado con personas que estuvieron muy cerca de él. Todos recuerdan su cercanía y su espiritualidad como el payaso Japo que le hizo reir en muchas ocasiones.
JUAN PABLO II
La la figura del polaco Juan Pablo II, el pontífice que llegó a Roma desde el otro lado del 'telón de acero'. El papa Wojtyla (Cracovia 18 de mayo de 1920-Roma 2 de abril de 2005).
Fue elegido el 16 de octubre de 1978 y, desde entonces, se convirtió en 'el papa viajero': visitó 104 países. Pero también redactó numerosos documentos: 14 encíclicas, 15 exhortaciones apostólicas, 11 constituciones y 45 cartas, además de cinco libros. Además durante su cuarto de siglo de papado proclamó 1.338 beatos y 482 santos y creó 231 cardenales (más otro 'in pectore').
Su imagen herido dio la vuelta el mundo el 13 de mayo de 1981, festividad de la Virgen de Fátima, cuando sufrió un atentado en la Plaza de San Pedro. Desde entonces se reforzó su veneración a la Virgen.
Además, Wojtyla impulsó la Jornada Mundial de la Juventud, que sus sucesores han continuado celebrando para propagar la fe católica entre los jóvenes.
La biografía oficial de El Vaticano también destaca que "ningún Papa se había encontrado con tantas personas como Juan Pablo II. En las Audiencias Generales de los miércoles (no menos de 1.160) participaron más de 17.600.000 peregrinos, sin contar todas las demás audiencias especiales y las ceremonias religiosas (más de 8 millones de peregrinos sólo durante el Gran Jubileo del año 2000).
También se encontró con millones de fieles en el curso de las visitas pastorales en Italia y en l mundo. Igualmente fueron numerosos los mandatarios recibidos en audiencia: baste recordar las 38 visitas oficiales y las 738 audiencias o encuentros con jefes de Estado, así como las 246 audiencias y encuentros con primeros ministros".
El papa Benedicto XVI que estará presente en la ceremonia de canonización, le beatificó en San Pedro el 1 de mayo de 2011.
JUAN XXIII
Según la Santa Sede, el italiano Roncalli (25 de noviembre de 1881, Sotto il Monte-3 de junio de 1963) vivió las dos grandes contiendas del siglo XX de forma paralela al desarrollo de su vida religiosa. Cuando en 1915 Italia entró en la guerra, fue movilizado como sargento de sanidad. Un año después pasó a ser capellán castrense en los hospitales militares de la retaguardia y a coordinar la asistencia espiritual de los soldados.
"Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, estaba en Grecia, que quedó devastada por los combates. Intentó recabar información sobre los prisioneros de guerra y puso a salvo a muchos judíos sirviéndose del 'visado de tránsito' de la Delegación Apostólica", subraya la biografía oficial vaticana.
Juan XXIII fue elegido papa el 28 de octubre de 1958 y ocupó la silla de San Pedro durante cinco años, tiempo en el que "el mundo entero pudo ver en él una imagen auténtica del Buen Pastor".
Su gran logro fue convocar el Concilio Vaticano II, un punto de inflexión en la historia de la Iglesia cuyas líneas maestras aún están de plena actualidad en la institución. Pero a Roncalli, declarado beato por Juan Pablo II el 3 de diciembre de 2000, se le recuerda, sobre todo, como 'el Papa bueno', como puede desprenderse del perfil que le traza la Santa Sede.
"Humilde y atento, decidido y valiente, sencillo y activo, practicó los gestos cristianos de las obras de misericordia corporales y espirituales, visitando a los encarcelados y a los enfermos, acogiendo a personas de cualquier nación y credo, comportándose con todos con un admirable sentido de paternidad".