Se retoma y amplía la búsqueda del montañero desaparecido en la Sierra de Béjar
Desde el 29 de diciembre, en el ascenso al Pico Calvitero
La familia pidió que no cesará el rastreo tras anunciarlo la subdelegación del Gobierno
Más de 50 personas buscan hoy al montañero barcelonés desaparecido en la Sierra de Béjar (Salamanca), un dispositivo ampliado con más medios para tratar de encontrarlo antes de que vuelva el mal tiempo el fin de semana.
La Agencia de Protección Civil y Emergencias de la Junta de Castilla y León ha movilizado más recursos esta semana "para intensificar la búsqueda en esta ventana de buen tiempo", según han explicado a EFE fuentes del servicio de emergencias 112.
Este jueves se cumplen dos semanas sin rastro de José Antonio Martínez, de 45 años, un aficionado al montañismo que emprendió él solo la ruta al Pico Calvitero el 29 de diciembre, un día de climatología adversa.
Su coche lo encontraron en el inicio del camino y se trabaja con la tesis de que nunca salió de la montaña.
Suspendida por las nevadas
La búsqueda se tuvo que suspender entre el sábado 7 de enero y el martes 10 por las nevadas, y cada día los expertos en montaña evalúan si se dan las condiciones para hacer las batidas con seguridad, según han indicado a EFE fuentes de la Guardia Civil, el cuerpo que está al frente de la investigación y del operativo de búsqueda.
El mal tiempo característico de esta época del año en la zona ha dificultado constantemente estas labores, con nieblas, nevadas, lluvia y viento.
La niebla en el Calvitero ha impedido hoy, por ejemplo, que trabaje el helicóptero de Protección Civil.
Esta semana trabajan en la búsqueda de José Antonio Martínez los técnicos y voluntarios de Protección Civil, el Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil y bomberos de la Diputación de Salamanca.
José Antonio Martínez y su mujer, Mercedes, viven en las Franqueses del Vallès (Barcelona) y habían viajado a Ceclavín (Cáceres), el pueblo de ella, para pasar las vacaciones navideñas.
El jueves 29 de diciembre, un día de descanso y sin comidas familiares, el montañista decidió hacer por fin la ruta que tanto tiempo había tenido en la cabeza.
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