Hace exactamente un año llegaba a la Luna Odiseo la primera sonda privada de la historia. Hasta ahora habían sido misiones de las agencias oficiales de EEUU, URSS, Rusia, China, Japón o India las que había alcanzado nuestro satélite natural.
El 28 de febrero de 2024 la nave Odiseo de la empresa Intuitive Machines llegaba al polo sur de la Luna. Tras un correcto despegue y viaje de 400.000 kilómetros acabó tumbada de costado. Algo que supuso un aluvión de críticas a sus propietarios. Misma suerte corrió la sonde japonesa Slim que también terminó aterrizando de lado.
Ahora, el módulo Blue Ghost de la empresa Firefly Aerospace intentará posarse este domingo 2 de marzo sobre la Luna y hacerlo correctamente.
Es el tercer intento de una empresa privada de demostrar que pueden llevar cargas ligeras hasta la Luna, no tripulaciones por ahora. De hecho, la nave se considera otro paso más del programa de la NASA de Servicios de Carga Lunar Comercial.
El primer ensayo en esta nueva carrera por la Luna fue el de la empresa Astrobotic, en unión con la NASA, con su nave Peregrino 1 que fue acumulando problemas desde el principio de la misión. La pérdida de propelente llevó el final, no alcanzó la Luna y se decidió que se quemara en la atmósfera terrestre.