(Actualizado

Tres muertos y diez heridos en la explosión de gas que ha derrumbado e incendiado un edificio, este sábado, en el barrio de La Albericia, de Santander. Así lo han confirmado fuentes de los servicios de emergencias.

Uno de los vecinos del edificio siniestrado ha explicado que sobre las cuatro de la madrugada oyeron una explosión y él y su familia (integrada por cinco personas) pudieron salir de la casa y ayudaron, por un balcón, a que una bebé y su hermana mayor, de unos 18 años, evacuaran su casa, situada en el primer piso del inmueble.

"Ya no nos ha dado tiempo a más", ha afirmado este hombre, quien desconoce qué ha pasado con los padres de la joven de 18 años y la bebé que sacaron del edificio por el balcón.

Este vecino, que ha tenido que ser asistido con su familia por los servicios médicos aunque todos se encuentran bien, ha explicado que 16 personas vivían en el inmueble siniestrado.

Dos jóvenes heridos, uno de ellos menor, tras ser apuñalados en Ciudad Lineal

La alcaldesa de Santander, Gema Igual, que se ha personado en el lugar del siniestro, donde también han acudido la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, y la delegada del Gobierno, Eugenia Gómez de Diego, ha destacado la labor de los servicios de emergencias desde el inicio del siniestro y de los vecinos del edificio que se ha derrumbado.

Ha explicado que el edificio era de dos alturas, con dos pisos en cada planta, y con unos veinte vecinos. El Ayuntamiento de Santander ha ofrecido, según su alcaldesa, alojamiento a los vecinos del edificio siniestrado, que no han querido moverse del lugar y a los que se les ha facilitado, con el apoyo de Cruz Roja, mantas y ropa de abrigo para que estén cómodos, así como un autobús municipal para que puedan estar sentados dentro.

Gema Igual ha recordado que también está el hospital de campaña que se ha instalado en la zona para que estos vecinos coman algo y estén calientes.

A los vecinos de los dos edificios colindantes al siniestrado, que han sido desalojados, se les ha ofrecido también el centro Princesa Letizia para que puedan quedarse allí, pero la alcaldesa ha explicado que esos ciudadanos han preferido irse a otros lugares

"Diez segundos más y no lo contamos"

Decenas de vecinos de los tres edificios desalojados tras el derrumbe se agolpan tras los cordones de seguridad a la espera de poder acceder a sus viviendas entre nervios e incertidumbre.

Según han relatado a Europa Press algunos vecinos que esperan a entrar en sus casas, varios preocupados por sus mascotas, a las 4.00 horas les despertó un fuerte golpe.

"Pensábamos que un terrorista había puesto una bomba", ha señalado un joven vecino del inmueble derrumbado que pudo salir junto a los cuatro miembros de su familia y sus dos perros de la planta baja del edificio momentos antes del derrumbe.

"Salimos de casa y nos encontramos con mucho humo blanco. La puerta estaba atascada pero pudimos abrirla y cuando salimos nos encontramos con esto", ha detallado. "Diez segundo más y no lo contamos. Las vigas se estaban consumiendo", ha afirmado a la par que comentaba que dos vecinos de la segunda planta pudieron salvar sus vidas al saltar por las ventanas.

La planta baja donde reside este joven no se ha llegado a derrumbar, por lo que espera que pueda recuperar algunas pertenencias de dentro de la vivienda.

Por otra parte, otro de los vecinos de uno de los edificios desalojados espera impaciente que le dejen entrar en su vivienda, preocupado por su gato. "Mi mujer y yo nos despertamos con una onda expansiva y salí corriendo a la calle con lo puesto para ayudar". Desde entonces, no ha podido regresar a su vivienda. "Las luces se encendían y apagaban", ha comentado.

Los servicios de emergencias han instalado en la zona un hospital y tienda de campaña para atender a los vecinos con alimentos y bebidas, y les han ofrecido trasladarse al centro de acogida Princesa Leticia o cualquier prestación que necesiten.

También se han desplazado efectivos y medios sanitarios con varias dotaciones de ambulancia, agentes de la Policía Nacional y Local, de Protección Civil, Cruz Roja y Servicios Sociales de Santander, incluido un gabinete psicosocial.

Además, se les ha proporcionado mantas y ropa de abrigo hasta un autobús municipal para estar cubiertos y sentados mientras esperan, en una mañana fresca.