Tres socavones enormes provocan el caos en Palma

El Ayuntamiento de Palma continúa trabajando en los socavones que han aparecido en la ciudad con las fuertes lluvias, habiendo reparado ya el hundimiento detectado en Alexandre Rosselló, mientras que espera que el de Marítimo esté listo en 48 horas, a falta de poder asfaltar en función de las condiciones meteorológicas.

Cort ha confirmado una incidencia en la avenida Alexandre Rosselló frente a El Corte Inglés, que "no tiene por qué hundirse más" como los otros dos grandes socavones, según han explicado la regidora de Seguridad Ciudadana, Joana Adrover, de Infraestructuras, Angélica Pastor, y de Medio Ambiente, Ramón Perpinyà.

En este agujero no hay constancia de que el movimiento haya afectado a las canalizaciones y, en principio, afectaría sólo al firme. El hueco ya ha quedado reparado y cuando remitan las lluvias se reasfaltará. La zona se ha acordonado.

El primero de los incidentes se detectó en la avenida Comte de Sallent, donde se produjo una avería en una arteria de agua potable de Emaya. La Policía Local estableció un perímetro y a medida que avanzaba la noche se comprobó que el hueco se hacía cada vez mayor.

Emaya consiguió cortar la fuga de agua. Mientras se seguía trabajando en la zona, sobre las 3.00 horas se ha producido la caída, que ha dejado un socavón es de ocho metros de diámetro y seis de profundidad. El ayuntamiento está estudiando si la avería ha sido la causante, ya que las dimensiones del agujero hacen pensar "que hay que buscar alguna otra causa", ha indicado Perpinyà.

La arteria de agua ha quedado reparada y se ha limpiado la zona. Sólo unos pocos abonados que tienen servicio directo de esta arteria se han visto afectados por cortes de suministro, aunque sí ha habido una bajada de presión en la zona centro mientras ha durado la reparación.

Además, se está examinando el estado del óvalo colector de aguas sucias para ver si hay otros problemas. Es una infraestructura cimentada de los años cincuenta que ha salido a la luz con el agujero, y que "probablemente se tenga que reparar". "La duración de las reparaciones dependerá de lo que podamos encontrar. Puede ir de dos o tres días a una semana o más", ha informado el presidente de Emaya.

El segundo gran socavón también está relacionado con una avería en canalizaciones de Emaya. Ha tenido lugar en el paseo Marítimo, a la altura de Pachá y el Club de Mar.

En este punto hay un colector de presión que lleva aguas residuales hasta la depuradora. Se trata de una tubería metálica y en uno de los tramos estaba afectada por óxido. En este punto ha reventado, "muy probablemente porque iba más cargada de lo habitual" por las lluvias.

Los grandes socavones de la zona de Plaza España y el Marítimo han obligado a reorganizar el tráfico. La Policía Local durante hasta primera hora de la mañana ha habilitado un carril de circulación en dirección plaza de Espanya y dos en dirección avenida Compte Sallent.

Posteriormente, se ha tenido que cortar el tráfico de la avenida Alemania hacia plaza Espanya, quedando un único carril para transporte público y tres en sentido contrario. Se han desviado los vehículos hacia el túnel de General Riera y Antoni Marquès.

En cuanto al socavón situado en la avenida Gabriel Roca, se ha desviado el tráfico en dirección Andratx por Monseñor Palmer. El tráfico en dirección Arenal se ha desviado hacia Joan Miró. Adrover ha explicado que están a la espera de poder reabrir "algún carril adicional" lo antes posible.

Por otra parte, el ayuntamiento ha cerrado el bosque de Bellver por los fuertes vientos. Pastor ha aclarado que no había "ninguna amenaza inminente" pero los vientos no permiten pasear por la zona. En general el ayuntamiento recomienda evitar zonas arboladas este martes.

Igualmente, Policía Local y Protección Civil están controlando los caudales de los torrentes Gros, Sa Riera, Na Bàrbara y el Camí de Son Anglada. "De momento no se han desbordado pero tienen un gran caudal", ha explicado Adrover. Los Bomberos de Palma también han actuado toda la noche por caídas de ramas y otras llamadas, aunque los fuertes vientos han dejado menos incidencias de las esperadas.