Imagen alusiva a la medida de la DGT en Madrid | DGT
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Un año después de la entrada en vigor del límite máximo de velocidad a 30 km/h en las vías urbanas de un único carril por sentido, una medida que afecta a siete de cada diez calles de España, el balance de la DGT es muy positivo y se refleja ya en las cifras: las víctimas mortales en ciudad han bajado un 14% y los atropellos un 17%.

"La medida es muy buena", ha mostrado con entusiasmo el director general de la Tráfico, Pere Navarro, en un acto celebrado este miércoles en la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para conmemorar el primer aniversario de la modificación del Reglamento de Circulación en el que se estipularon los nuevos límites de velocidad en los núcleos urbanos.

Así desde el 11 de mayo de 2021 el límite de velocidad en núcleos urbanos será de 20 km/h en vías que dispongan de plataforma única de calzada y acera, 30 km/h en las de único carril por sentido de circulación (la mayor parte) y de 50 km/h en las de dos o más carriles por sentido.

Campamento se manifiesta para que se cumplan los 30 km/hora en la carretera de Boadilla

Una medida que "probablemente sea la más importante de esta legislatura en la movilidad de las ciudades, en palabras de Navarro, para quien si bien el plazo de un año es todavía poco para evaluar con rigor la efectividad, ya hay algunos datos que indican que el camino para hacer ciudades más seguras y sostenibles es el acertado.

Menos muertos, menos atropellos

Navarro ha explicado que los datos disponibles de siniestralidad referidos a los casi ocho meses desde que entró en vigor la medida -del 11 de mayo al 31 de diciembre de 2021- las víctimas mortales bajaron un 14 % en las ciudades, los atropellos un 17% y los fallecidos mayores de 65 años un 12 %.

Tres razones que se suman, aunque no está cuantificada, a la disminución de la velocidad medida de los conductores en ciudad y que suponen, ha dicho, una apuesta a medio y largo plazo no solo para lograr estas reducciones sino para "una filosofía en la que el automóvil no puede ser la forma de moverse en las ciudades".

"No es un tema de poner radares ni policías locales, siete de cada diez aseguran que cumplen pero es que vamos a convencer a todos. Es muy buena la medida y tiene muchas ventajas", ha enfatizado el director de Tráfico para quien el menor ruido, la mejora de la calidad del aire o la recuperación de espacios urbanos para sus residentes son algunas de las bondades del cambio que solicitaron los propios ayuntamientos.