El colectivo 'Rezar no es delito' ha vuelto a protagonizar una marcha en las calles de Madrid, desde Plaza de Cuzco hasta la clínica Dator, contra las clínicas abortistas.
La movilización ha tenido como objeto denunciar la que, según dicen, impone penas a aquellas personas que ofrecen a las madres, alternativas diferentes a la del aborto frente alas clínicas donde se lleva a cabo la interrupción voluntaria del embarazo.
Desde este 6 de abril, concentrarse a las puertas de las clínicas abortivas para hostigar y coartar la libertad de las mujeres es un delito que está penado con entre tres meses y un año de cárcel.