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La falta de agua en Italia, una alerta por sequía, afecta a dos terceras partes de la superficie cultivable del país donde 10 regiones han pedido el reconocimiento de "estado de calamidad" y las pérdidas en agricultura y ganadería alcanzan los 2.000 millones de euros.

En la capital, Roma, ya se plantean cortes en el suministro y el mismo Vaticano ha cortado el agua de las fuentes ante la escasez de agua que sufre la ciudad. De momento, el gobierno de la región del Lazio ha anunciado que no permitirá tomar más agua del lago de Bracciano.

"La sequía está afectando a la ciudad de Roma y los alrededores de la capital y la Santa Sede también ha tomado medidas para ahorrar agua. Por esta razón, el gobierno de la Ciudad del Vaticano ha decidido cortar el agua de todas las fuentes, tanto las externas situadas en la plaza de San Pedro como las internas ubicadas en los Jardines del Vaticano y en el territorio del Estado", ha informado Radio Vaticana.

La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, ha convocado este martes una reunión con el presidente del Lazio, Nicola Zingaretti, y representantes de la empresa de suministro ACEA para intentar lograr una solución y evitar los cortes de agua en los próximos día.

La empresa encargada del suministro de agua a la capital, ACEA, ha advertido en un comunicado de que "la reducción drástica de la entrada de agua al suministro de agua de la capital nos obligará a poner en marcha un cambios drásticos en la oferta". Entre esas medidas podría estar el racionamiento o el corte de agua para millones de romanos.