Según datos de CSIF, el 90% del personal docente convive con situaciones de violencia en los centros de educación Primaria y Secundaria de España. ¿Qué deben hacer los docentes, cómo deben reaccionar, y a quién deben acudir en el caso de se produzca una situación de violencia en las aulas? Los propios maestros han creado un protocolo basado en situaciones complicadas que han vivido en primera persona.
Se supone que un profesor de un instituto, como funcionario de carrera, defiende su función pública y está respaldado, pero en la práctica "todos tienen miedo" a enfrentarse a un alumno, incluso a intervenir en una pelea, ya que "el sistema no les protege a no ser que sean ellos los golpeados". Esta es la denuncia que hoy ha hecho un orientador educativo de un instituto -prefiere no dar más datos- y que pertenece a la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato que acaba de lanzar la guía "Prevención de la conflictividad en los centros docentes", una herramienta para ayudar a los profesores a afrontar situaciones de acoso laboral y "bullying".
Este orientador destaca que ha trabajado en centros de menores pero que lo que se ha encontrado en el día a día de un instituto no se lo imaginaba, aunque sean "situaciones de baja y media intensidad" como insultos, desobedecer instrucciones o amenazas. "Los docentes pasan muchas veces su hora de clase mandando callar o sentar" y cuando ven una pelea entre dos alumnos "tienen miedo de intervenir para separarles ya que a la mínima les pueden acusar a ellos de poner la mano encima a un chico". Y lo peor es que "cuando el profesor tiene miedo los alumnos van a ir a por él y es lo que está pasando", ha asegurado.
Relata casos de rayaduras y pinchazos en los coches de los profesores que acaban en que este opta por no llevar su automóvil.
Este orientador insiste en lamentar "el temor" que tienen los profesores a no ser respaldados en sus actuaciones por los propios centros o las familias de los alumnos. Así, comenta que hace unos días un profesor de Dibujo le dijo a un alumno que repitiera un trabajo porque el anterior estaba mal hecho y se lo rompió para que empezara el nuevo; "el chico montó en cólera, luego se echó a llorar y vinieron los padres a reclamar e hicieron un escrito". "A continuación, el director le dice al profesor que debe hacer un resumen de lo sucedido porque debe pasarlo a inspección", explica este orientador que reconoce que estas situaciones lleven a que ese docente se lo piense la próxima vez que llame la atención a un alumno.
También ha contado su caso una maestra de Audición y Lenguaje que da clases a niños con necesidades educativas especiales -"los padres creen que tenemos una varita mágica y que podemos hacer milagros con todos los chicos y en todas las aulas"- y que opta asimismo por el anonimato.
Aunque lo que le ocurrió fue hace unos años, lo tiene aún muy presente. Un alumno conflictivo la agarró por el pecho, la acercó a una ventana y la amenazó con tirarla si no le quitaba los partes que tenía. La única respuesta de su centro fue que se cogiera "la baja".
Según datos de CSIF, el 90% del personal docente identifica y convive con situaciones de violencia en los centros de educación Primaria y Secundaria de España.
El presidente del sector de la Educación de este sindicato, Mario Gutiérrez, ha recalcado que para muchos docentes ir a trabajar se convierte en "un suplicio" pues los centros y las administraciones intentan "tapar" los escándalos o las respuestas son demasiado "lentas.
Por su lado, el psicólogo forense del Tribunal Superior de Justicia y Juzgado de Menores de Madrid Javier Urra ha destacado que cree "en la sanción como parte de la educación" y considera que las agresiones verbales o físicas no son un problema que está en la escuela sino "en la sociedad". Además, ha criticado a aquellos padres que si les llama el colegio no van pero acuden enseguida si la llamada es de un notario o a aquellos otros que se reúnen "para poner verde a un profesor" o a los que se dejan "chantajear" por sus hijos.
Ha defendido la autoridad del docente al mismo tiempo que ha animado a los profesores a que ellos mismos hablen en su favor.