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Es lo que se deduce de la investigación basada en los resultados del Million Women Study y publicada en 'The Lancet'.

En el estudio participaron 1,3 millones de mujeres, reclutadas entre 1996 y 2001, con edades de entre 50 y 65 años. Las participantes completaron un cuestionario sobre estilo de vida, factores médicos y sociales. Los investigadores eran informados cuando una participante fallecía, y de la causa de la muerte. Las mujeres fueron seguidas durante un promedio de doce años, durante ese período, 66.000 participantes del estudio murieron.

En un principio, el 20% de las participantes del estudio eran fumadoras, el 28% exfumadoras y el 52% nunca había fumado. Las que eran aun fumadoras en la segunda encuesta, a los 3 años, tenían casi tres veces más de probabilidades de morir que las no fumadoras, en los siguiente 9 años.

Así, dos terceras partes de todas las muertes de fumadoras en sus 50, 60 o 70 años son causadas por el tabaquismo, y están relacionadas con enfermedades como el cáncer de pulmón, la enfermedad pulmonar crónica, enfermedades del corazón o un derrame cerebral. Los riesgos aumentaban considerablemente con la cantidad fumada, aunque incluso para aquellas que fumaban tan solo 1 cigarrillos al día, al inicio del estudio, las tasas de mortalidad fueron el doble de las de las no fumadoras.

Las fumadoras que dejaron de fumar alrededor de los 30 años de edad evitaron en un 97% el riesgo de muerte prematura, y aunque el riesgo continuó siendo excesivo durante décadas entre aquellas que fumaron hasta los 40 años, el mayor riesgo recayó entre las que siguieron fumando después de los 40 años de edad.

Según el coautor Sir Richard Peto, de la Universidad de Oxford, "tanto los hombres como las mujeres que dejan de fumar antes de llegar a la mediana edad ganan un extra de diez años de vida. Tanto en el Reino Unido como en los EE.UU., las mujeres nacidas alrededor de 1940 fueron la primera generación que comenzó a fumar un número considerable de cigarrillos a lo largo de la vida adulta. Por lo tanto, sólo en el siglo XXI se pueden observar directamente todos los efectos del tabaquismo prolongado sobre la mortalidad prematura entre las mujeres.