Los casos de éxito de los servicios de mediación para resolver conflictos familiares alcanzan el 80%, aunque apenas el 1% de la población española acude a este instrumento para resolver sus problemas.
Esta es la principal conclusión que se trasladó este lunes en la sede de la Comisión y el Parlamento Europeo en Madrid, durante un acto reivindicativo de varias entidades para declarar el 21 de enero Día Europeo de la Mediación, coincidiendo con la fecha de la aprobación de una recomendación sobre mediación familiar por parte del Comité de Ministros del Consejo de Europa.
Carmen Rodríguez, directora de la Asociación Española de Mediación y vocal de la Federación de Asociaciones de Profesionales de la Mediación (Fapromed), una de las participantes en el acto, destacó que aunque la mediación es un instrumento voluntario para la resolución de roces familiares, también se puede dar por mandato judicial.
Citando estadísticas del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), indicó que entre el 17 y el 20 por ciento de las causas judiciales se paralizan para acudir a la mediación, pero tiene mejores resultados cuando las partes acuden a ella voluntariamente. Sólo el 20% de esos casos impulsados por el juez consiguen llegar a un acuerdo.
Julia Pérez, directora de la Unión de Asociaciones Familiares (Unaf), destacó las ventajas de la mediación, algo que, en su opinión, "tiene mucho potencial". "Es mucho menos costosa desde el punto de vista judicial y emocional, pues estamos trabajando con familias, parejas y sus hijos", concretó.
En esta línea se expresó Ana Cobos, presidenta de Amecom: "Cuando un proceso llega a los tribunales es complicado que se derive a la mediación y tenga éxito, porque las partes están muy posicionadas. Por eso pedimos que la mediación se produzca antes de llegar a juicio".
La abogada y mediadora de la Unaf Begoña González incidió en que "la mediación está menos implantada de lo que podría ser", a pesar de que ha proliferado en la Unión Europea con el aumento de las separaciones y divorcios.
INFLUENCIA DE LA CRISIS
Aunque los expertos reclaman una mayor difusión social y la elaboración de estadísticas para radiografiar los resultados de esta herramienta, sí que han percibido una cierta influencia de la situación económica en su trabajo.
"La crisis económica no ha provocado un descenso de separaciones y divorcios. Se ha detenido. Pero también una de las causas de conflicto familiar es, especialmente, la dificultad económica. En esa situación la mediación se presenta como una alternativa que beneficia a los hijos, que se mantendrán al margen del conflicto", reivindicó González.
Sin embargo, afirmaron que el efecto de la crisis sí que se percibe más en que los servicios sanitarios y sociales desvían casos a los mediadores que antes se atendían desde las distintas administraciones. En la actualidad, las asociaciones que integran la Unaf, así como otros organismos públicos como los Centros de Atención a la Familia (CAF) y algunos ayuntamientos, siguen prestando mediación de forma gratuita.
De hecho, esta herramienta no sólo se puede aplicar al ámbito de los conflictos familiares, sino también al mundo empresarial, policial y social. Uno de los entornos donde cada vez se está demandando más es en la resolución de conflictos en las comunidades de vecinos.
Otra de las cuestiones solicitadas por las representantes de los mediadores es que se unifiquen los criterios en toda la UE para que se homologue la formación de estos profesionales. Según manifestaron, lo adecuado sería contar con, al menos, 300 horas, de las que el 25% fuesen para la formación práctica de los mediadores.