Son plantas, hongos, vitaminas, minerales o fármacos. Se toman en píldoras, en infusiones, inyectadas o inhaladas. Y detrás de ellas podemos encontrar anestésicos para caballos, sales minerales, jabones, incienso o insecticidas. Hablamos de las drogas emergentes. El 3,4 % de los jóvenes de entre 14 y 18 años es decir unos 75.000 adolescentes las han probado en alguna ocasión. Y sobre todo consumen las setas mágicas, el Spice y la ketamina una droga disociante que según el especialista en medicina interna Manuel Sanchís provoca que el consumidor tenga la sensación de salir de su cuerpo y ver el lugar en donde se encuentra el que ha tomado la ketamina.
Los jovenes siempre toman estas sustancias mezcladas con alcohol y con la intención de aguantar despiertos en sus fiestas. Pero cuando las prueban por primera vez no saben si estan tomando un psicoestimulante, un alucinógeno o un depresor. Lo toman sin saber y tal y como reconoce Nuria Espí, delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas los jóvenes "no tienen ni idea" de lo que consumen y lo que es peor desconocen los efectos que para su salud pueden acarrear estas sustancias.
Lo cierto es que si llega una intoxicación o un coma, los casos no siempre pueden ser tratados en los hospitales. Los especialistas desconocen a las sustancias a las que se enfrentan y éstas no pueden ser detectadas en todos los casas. Los test de drogas, según ha afirmado Segí Farré que es catedrático de Farmacología de la Universidad Autónoma de Barcelona , no reconocen estas sustancias. Uno de cada diez ingresos en urgencias tienen detrás el consumo de una droga sintética.
Sólo en el año 2010 aparecieron 40 nuevas sustancias de este tipo y hay cerca de 600 páginas de web que ofrecen la venta de este tipo de productos.