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La salida de españoles al extranjero y el retorno a los países de origen de los inmigrantes ha provocado que el año 2011 cierre, por primera vez en la última década, con un saldo migratorio negativo, ya que a lo largo de estos doce meses abandonó más gente España (507.740) de la que llegó para instalarse en el país (457.650).

Según las estimaciones de población actual difundidas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el año pasado salieron de España 507.740 personas, de las que 62.580 eran de nacionalidad española. En el mismo periodo, llegaron al país 457.650 personas, entre ellas, 42.127 españoles.

Entre las salidas y las entradas al cabo del año el saldo fue negativo, con 93.893 ciudadanos menos, incluidos 20.484 españoles. Se trata de una cifra inédita desde al menos, el año 2002, ya que si bien en algunos meses de 2009 y 2010 fueron más las salidas que las entradas, ningún otro año había cerrado en 'numeros rojos' de población.