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La desaparicion de educacion para la ciudadania pone fin a casi seis años de fuerte contestación social. Los cambios en la asignatura Educación para la Ciudadanía anunciados por el ministro de Educación, José Ignacio Wert, han econtrado diferente eco entre las asociaciones educativas y de padres. En una comparecencia en el Congreso, el nuevo titular de Educación, ha anunciado que la asignatura de Educación para la Ciudadanía será sustituida por una de educación cívica y constitucional.Además, Wert ha avanzado también que la educación secundaria "común" durará tres años, el bachillerato y la FP de grado medio otros tres, y que el Ministerio aplicará una evaluación censal para todos los alumnos del sistema educativo, entre otras reformas.

La Asociación Profesionales por la Ética ha mostrado su "satisfacción" por el anuncio realizado por el ministro de Educación, José Ignacio Wert, de eliminar la asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC) y su sustitución por una asignatura de contenido cívico y constitucional. Jaime Urcelay, presidente de Profesionales por la Ética, señala que es una "alegría" que compensa muchos años de esfuerzo y lucha por la libertad frente al "adoctrinamiento educativo impuesto por el Gobierno de turno".

El presidente de la Confederación Católica de Padres (CONCAPA), Luis Carbonel, ha calificado el discurso del ministro de "inteligente y valiente" porque "se ha atrevido a decir que la reforma educativa no es cuestión de recursos económicos,sino de tomar medidas para una mejor formación del profesorado, una autonomía de los centros y la especialización curricular".

Sin embargo, Carbonel se ha mostrado "decepcionado" porque esperaba la supresión total de la asignatura Educación Para la Ciudadanía en favor de materias más importantes como lengua o matemáticas. En su opinión,los escolares deberían estudiar "los derechos y deberes constitucionales" pero de manera "transversal" y no en una asignatura concreta.

Por su parte el presidente del Foro de la Familia, Benigno Blanco, ha valorado positivamente la desaparición de Educación Para la Ciudadanía. "Con esta decisión se acaba la anomalía histórica de un país europeo cuyo Gobierno intenta instrumentalizar la escuela al servicio de la ideología particular del Gobierno de turno".

El presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres (CEAPA), Jesús María Sánchez, considera que Educación para la Ciudadanía ha sido eliminada "únicamente para contentar a los sectores fundamentalistas religiosos", pese a que se estaba impartiendo "con normalidad".

Sánchez cree que los colegios más pequeños "van a perder un curso en detrimento de los concertados más grandes que tienen bachillerato", respecto a la ampliación del número de años de bachillerato,

El presidente de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), Antonio Rodríguez-Campra, ha celebrado los cambios en materia educativa anunciados por el ministro de Educación y ha expresado su "confianza" en que dichos cambios lleguen "a buen puerto" a los que "corresponderemos con la máxima colaboración".

El presidente de CECE ha celebrado la supresión de la asignatura Educación para la Ciudadanía, algo ha subrayado, que es una "vieja reivindicación de aquellos a los que no nos gustan los adoctrinamientos ideológicos". "En general la comparecencia de Wert nos parece 'adecuada' y 'pertinente' para los problemas que tiene España en materia educativa".

Los sindicatos de la enseñanza CCOO, UGT y ANPE están de acuerdo en la ampliación a tres años de la duración del Bachillerato, aunque los dos primeros están en contra de que se haga a costa de un año menos de ESO.

"Nuestro sistema necesita reformas profundas. La enseñanza secundaria necesita flexibilizarse, desde luego manteniendo la gratuidad hasta los 16 años y, en cuanto al Bachillerato, en todo nuestro entorno tiene una duración de 3 años, por lo que parece lógico ampliarlo", señalaba Nicolás Fernández, de ANPE.

Por su lado, desde CCOO, José Campos, secretario general de la Federación de Enseñanza, está "de acuerdo en ampliar a tres años el Bachillerato para homologarlo con Europa, pero no a costa de la ESO, sino manteniéndola como hasta ahora y sumando un año más".

Carlos López, secretario general de FETE-UGT, se ha mostrado de acuerdo con CCOO en este punto y ha sugerido como alternativa que la ampliación a tres años fuera flexible y coexistiera con un ciclo de 2 años en el Bachillerato.

Sobre la supresión de Educación para la Ciudadanía, ANPE lo considera "correcto" y se muestra "de acuerdo en que los alumnos reciban una formación sobre aspectos como nuestra Constitución, más allá de lo que es un cambio de nombre". Por el contrario, tanto desde CCOO como desde UGT se mostraron en contra de un cambio que "traerá crispación sobre un asunto que ya estaba resuelto en la comunidad educativa".

Por su parte, los obispos españoles califican de "buena noticia" la supresión de la asignatura, que como ya ha recordado la Conferencia Episocopal en anteriores ocasiones tenía como objetivo "la formación de la conciencia moral de los alumnos", algo que consideran "una lesión grave del derecho originario e inalienable de los padres" de elegir la formación moral que deseen para sus hijos".

Por su parte, el presidente del Instituto de Política Familiar, Eduardo Hertfelder, lo considera "un paso importantísimo" porque así "se respeta" el artículo 27 de la Constitución Española, en el que se dice que se recoge el derecho de los padres "para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones" y "no es el Estado quien se encarga de educar a los hijos". Por ello, ha subrayado que están "de enhorabuena" y que este paso significa "un verdadero triunfo de la libertad".