La Duquesa de Alba, la aristócrata más conocida de España, con 46 títulos nobiliarios, pertenecía a una familia que extiende sus raíces desde los nobles castellanos de la Edad Media hasta la reina María Estuardo de Escocia. Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, que es como se llamaba, nació en Madrid hace 88 años y pasó su juventud en Londres, donde su padre fue embajador de España.
Allí sufrió los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, pero también entabló relaciones con personalidades como la entonces princesa Isabel, que en 1952 se convertiría en la reina Isabel II de Gran Bretaña, o Winston Churchill. Con la monarca británica, Cayetana de Alba compartía año de nacimiento (1926) y de boda (1947). Su primer apellido, Fitz-James Stuart, remite a las raíces escocesas de parte de su familia.
La casa de Alba está vinculada con la realeza británica y escocesa desde el reinado de Jacobo II de Inglaterra y VII de Escocia perteneciente a la dinastía Estuardo (Stuart), que reinó en Escocia de 1371 a 1603 y a partir de este año en el reino formado por ésta con Inglaterra e Irlanda, hasta 1701. Entre los hijos de Jacobo II, el primogénito varón ilegítimo, James Fitz James (1670-1734) también conocido como Jacobo Fitz-James Stuart, es el antepasado directo de la duquesa de Alba.
Jacobo, cuya paternidad reconoció el monarca otorgándole el apellido Fitz (prefijo que señalaba la condición de ilegítimo) fue nombrado primer duque de Berwick en Inglaterra. En España, el rey Felipe V le otorgó el ducado de Liria, con Grandeza de España -máxima distinción entre la nobleza española-, después de que le apoyara en la Guerra de Sucesión española que libraron los partidarios de los Borbones de Francia y los Habsburgo de Austria a principios del siglo XVIII.
En 1953, a la muerte de su padre, Cayetana de Alba se convirtió en la XVIII duquesa de Alba y tercera mujer que ostentó este título en más de quinientos años de historia del mismo, además de heredar el resto de títulos de la familia, entre ellos, duquesa de Berwick.
DESCENDIENTE DE UNA LARGA DINASTÍA
La aristócrata española era descendiente de una larga dinastía, que tiene entre sus miembros a personajes destacados como Fernando Álvarez de Toledo, III duque de Alba, uno de los personajes más controvertidos de la historia de España, que fue, entre otros cargos virrey de Nápoles y gobernador de los Países Bajos en el siglo XVI.
En España se cuenta la leyenda de que en los Países Bajos, cuando se quería amedrentar a los niños se les decía "que viene el duque del Alba", en referencia a la supuesta violencia que ejerció sobre esos territorios durante las guerras de religión.
Otro poseedor del título, muy conocido en la historia de España, es la XIII duquesa de Alba, María del Pilar Teresa Cayetana, que pintó Francisco de Goya, de quién fue musa y mecenas. Segunda mujer que ostentó el título, murió en 1802 sin descendencia, y su sobrino Carlos Miguel Fitz-James Stuart, VII duque de Berwick, se convirtió en duque de Alba y todos los demás títulos de la casa, cuyos antepasados se habían establecido en España a principios del siglo XVIII.
Un nieto del primer duque de Berwick, Jacobo Francisco Eduardo Fitz-James y Colon de Portugal, mandó construir el palacio de Liria de Madrid, que actualmente alberga la mayor colección de arte de la familia y su archivo histórico.
Como duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart era depositaria de una importante colección de arte, que incluye pinturas, esculturas o tapices, entre ellos, cuadros de Zurbarán, Fray Angélico, Goya, Murillo, El Greco, Veronés, Van Dyck, Velázquez o Ribera, entre otros.
El Instituto Español Reina Sofía de Nueva York le otorgó la Medalla de Oro 2008, por su compromiso con la conservación del patrimonio cultural español. Cayetana de Alba, se casó tres veces y tenía seis hijos de su primer marido.