Quieren que se les llame "bisiestos" y reivindican su particular condición de haber nacido un 29 de febrero. Son una rareza que en España suma hasta 30.000 personas y en todo el mundo unos 5 millones de bisiestos. Nacer un 29 de febrero no era considerado de buen augurio en tiempos pretéritos. De hecho los romanos, los primeros que se dieron cuenta de que el calendario solar no encajaba con los 365 días del calendario, consideraban los años bisiestos como portadores de mala fortuna, y a los niños nacidos en esa fecha, les atribuían cualidades mágicas y adivinatorias, cuando no claramente nefastas...
Afortunadamente este pensamiento ha sido superado, si bien hasta épocas bien recientes, como nuestra posguerra, ni siquiera era bien visto nacer en esa fecha, por esa superstición heredada del pasado.
Hoy los bisiestos españoles se han reunido en San Sebastián y lo han celebrado a lo grande. Orgullosos de serlo, reivindican cumplir años sólo una vez de cada cuatro, y reclaman también su protagonismo.