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Este miércoles, 15 de febrero, se celebra el Día Internacional de Lucha contra el Cáncer Infantil, una patología que sufre entre 1.000 y 1.400 niños en España cada año, algo que supone la primera causa de muerte en la población infantil.

El hemato-oncólogo infantil del Hospital La Paz de Madrid Antonio Pérez-Martínez, ha afirmado que una de las principales diferencias entre el cáncer en adultos y en niños es la incidencia, "es un 0'5 por ciento del cáncer en adultos, son apenas 1.000 o 1.400 casos en función del rango de edad estudiado", algo que supone "la primera causa de muerte de niños en nuestro país".

Sin embargo, el doctor ha destacado que la respuesta al tratamiento en niños es otra gran diferencia, ya que "se cura en el 70 o 75 por ciento de los casos, mientras que los índices de curación en adultos ronda todavía el 50 o 55 por ciento". Todo esto, a pesar de ser el cáncer infantil una enfermedad sin "ninguna herramienta diagnostica que permita hacer una prevención".

En definitiva, Pérez-Martínez explica que lo único que une al cáncer infantil y al cáncer de adultos "es la palabra" pero con un nivel de afectación mayor "no solo en el niño, tambien en los hermanos, en los padres, en la familia, en su entorno, una gran ola que afecta a mil niños en España y a toda la sociedad".

Por este motivo, el hemato-oncólogo pone en cuestión que no se tengan medios para que "en el siglo XXI, aunque se sea capaz de llegar a la luna o mandar coches al espacio, no seamos capaces de tener estrategias para poder acabar con esta enfermedad, una responsabilidad de todos, gobierno y sociedad".

Dentro del Hospital de La Paz en Madrid, la Fundación de Investigación CRIS Contra el Cáncer tiene varios proyectos de investigación para pacientes infantiles y jóvenes, como es la terapia celular NK y el Proyecto Lydia. A esta organización pertenece Daniel Guerrero, el padre de Isabel, una niña con leucemia mieloblástica aguda.

Daniel define la historia con su hija como "un trauma", diagnosticada el 7 de marzo de 2014 cuando la niña contaba con tan solo 7 meses de vida. "Isabel tuvo una leucemia avanzada, con 203 de hemoglobina, eso significa prácticamente incompatiblidad con la vida, esa noche cogimos un hotel porque le estaban infundiendo sangre para ver si podían recuperarla. Esperábamos los mensajes de las enfermeras de la UCI toda la noche", ha relatado el padre.

Tras 8 meses de ingreso en el hospital madrileño, época que Guerrero define como "rutina gris", el padre de Isabel ve ahora un futuro "muy feliz", más que hace un año cuando salió del centro. "Según va pasando la enfermedad y el trasplante, no hay esa espada de Damocles que es la recaída y piensas en las vacaciones del año que viene y en poder tener nietos".

Por eso, cuando salió de La Paz, Daniel buscó la forma de ayudar, "de arrimar el hombro" y la Fundación CRIS era lo que él hubiera "querido montar" pues "su máxima es la investigación, la investigación que cura a los peques". Por eso, el padre de la pequeña Isabel ha resaltado la importancia de la donación de recursos y fondos para ayudar, tanto a investigadores como a médicos.