Los “te quiero”s se dicen por WhatsApp. Los amigos se miden en Facebook. La comida se degusta en likes. Ahora que las teorías se explican en historias de Instagram y las opiniones se retuitean.
Los libros ya no tienen olor ni el dinero color. En un mundo dominado por a la tecnología, ¿escriben los "millennials" peor que "la Generación EGB"?
"Mi hija está todo el rato con el móvil, ahora ya no leen", comenta, convencida, una señora en la puerta del colegio el primer día de clase.
Pero esto no es del todo cierto. Las nuevas generaciones tienen sus propios medios para el aprendizaje: las redes sociales.
La RAE y la Fundéu se han transformado en cuentas de Twitter e Instagram.
@lavecinarubia es uno de los casos más populares, "una rubia con pelazo" enamorada de Jon Kortajarena y de la ortografía.
La sátira, ironía y humor hacen que sus publicaciones sean más dinámicas y entretenidas.
Tanto éxito causaron sus Post que decidió crearse otra cuenta sobre ortografía: @ortograconejito
Pero, no se ha limitado a las redes sociales, "la rubia" ha creado su propia App: "Escribir bien es de guapas." Un consultorio interactivo sobre ortografía y escritura.
Sin embargo, La Vecina Rubia es sólo un ejemplo del amplio abanico de recursos que ofrecen las nuevas tecnologías.
Los memes son otra de las herramientas más utilizadas entre los Millennials.
Ahora desde el Smartphone, con los diferentes Bots de Telegram, también se puede traducir diferentes idiomas (@YTranslateBot), incluso mejorar la pronunciación con @PronunciationBot.
Después de esto ¿sigues pensando que las redes sociales empeoran la escritura?
Seguramente, si Virginia Woolf hubiese nacido hoy su libro se titularía "un móvil propio" y Albert Einstein tendría un vídeo-tutorial explicando la Teoría de la Relatividad.
