André McCollins, de 18 años, fue a su colegio para niños con necesidades especiales en Rotenberg, Boston, siguiendo su rutina normal. Lo que no sabía este jóven es que sus hábitos diarios se truncarían por una trivialidad. McCollins se negó a quitarse el abrigo y como castigo le dieron 31 descargas eléctricas. El vídeo en el que se constatan los hechos ha tardado en salir a la luz diez años, ya que los hechos sucedieron el 25 de octubre de 2002.
Las imágenes en las que se ve a André McCollins siendo electrocutado y torturado por lo profesores del centro fue grabado por las cámaras de seguridad. La familia del joven denunció al centro de educación, Judge Rotenberg Centre, en el que practican técnicas agresivas para tratar a pacientes con autismo o de necesidades especiales.
Los profesores de este centro ataron a McCollins y le pusieron un casco para que no se moviera mientras le daban las descargas, que se sucedieron durante siete horas en las que no comió ni bebió nada. Mientras le torturaban, los profesores se reían de él. El alumno torturado grita y pide ayuda, pero no tiene respuesta de nadie, ya que sus docentes siguen con las brutales prácticas. Uno de los peritos valora este acontecimiento diciendo que es "una violación brutal de las normas de atención".
Este hecho dejó al joven, de 18 años, tres días en coma y se han agravado sus discapacidades. Su madre fue a visitarle tres días después del incidente y le llevó al hospital donde le dijeron que sufría "estrés agudo". En su declaración, la madre cuenta que cuando le vió no podía mover la cabeza ni a la derecha ni a la izquierda y que "cuando pasó la mano enfrente de él, ni siquiera pestañeó". También asegura que desconocía totalmente lo que hacían en el centro y que ella jamás le llevó para que le "torturaran, aterrorizaran y abusaran de él".
La ONU certificó que esta técnica equivalía a la 'tortura' por lo que exhortó al gobierno de Barack Obama para que la erradicara de los centros. Sin emabrgo, a pesar de que los tratamientos de este centro ya habían sido cuestionados, seguían utilizándola para tratar a sus alumos con discapacidad.