Los Príncipes se han hecho la tradicional "foto de familia" con los galardonados con los Premios Príncipe de Asturias tras recibir de don Felipe las insignias que les acreditan como merecedores de estas distinciones, un acto en el que una niña invidente de ocho años se ha convertido en la mayor protagonista.
Liv Parlee Cantin, acompañada de sus padres, ha acudido al Hotel de la Reconquista de Oviedo para la entrega de insignias, ya que la ONCE ha merecido este año el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia y ella forma parte de los 7.600 niños ciegos a los que esta entidad presta ayuda. Comparte los honores con su presidente, Miguel Caraballeda, y otra invidente, María Cristina Lucchese, junto a su perro guía Breezy.
Don Felipe y doña Letizia han recibido primero a las principales autoridades autonómicas y locales, a los presidentes de los jurados y a los patronos de la fundación, para después entregar las insignias a los premiados y hacerse con ellos una foto conjunta.
Entre risas y bromas, en el Salón Covadonga del histórico edificio del siglo XVIII, los premiados se han ido colocando en un estrado con varios niveles, siguiendo las indicaciones de los encargados de protocolo, bajo la mirada de los Príncipes. Con todos en su sitio, los fotógrafos han captado la escena, pero la fotógrafa estadounidense Annie Leibovitz, Premio de Comunicación y Humanidades, haciendo gala del oficio que le ha merecido reconocimiento mundial, se ha percatado de que la pequeña Liv se había colocado en la parte posterior y no aparecía en la foto.
"TODOS A LA VEZ"
Así lo ha hecho saber y el Príncipe se ha hecho cargo de la situación, ha llamado a la niña para que se colocara en primera fila, junto a él y doña Letizia, y la "foto de familia" se ha repetido, ya con Liv, muy satisfecha, con su bastón en la mano.
"Todos a la vez", ha dicho entonces la niña, refiriéndose al chisporroteo continuo que producían los obturadores de las cámaras cuando los fotógrafos las disparaban para lograr la foto definitiva de los XXXIII Premios Príncipe de Asturias.
Liv Parlee ya había acaparado la atención de los medios de comunicación esta mañana, al interpretar varias piezas al piano en uno de los salones del hotel donde ha tenido lugar la recepción, con gran entusiasmo y éxito del improvisado auditorio.
A pocos metros de ella estaban los demás premiados con los que luego ha coincidido en la antigua capilla del Hospicio y Hospital del Principado de Asturias reconvertido en hotel, entre ellos los Nobel de Física Peter Higgs y François Englert, distinguidos junto al director del CERN, Rolf-Dieter Heuer, con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica.
Higgs ha acudido solo en tanto que su colega Englert lo ha hecho acompañado de su esposa, al igual que el cineasta Michael Haneke, Premio de las Artes, o la ganadora del de Ciencias Socialoes, Saskia Sassen. Del mismo modo, el Premio de las Letras, Antonio Muñoz Molina, ha estado acompañado por su esposa, la también escritora Elvira Lindo, a quien el autor miraba de reojo mientras una azafata, como al resto de los galardonados, le colocaba la insignia en la solapa.
Los Príncipes han intercambiado comentarios con todos los premiados, especialmente con el Nobel Higgs, quien no soltaba la mano de doña Letizia mientras hablaba con ella al recibir de don Felipe la cajita azul que contenía la insignia. Los demás galardonados son el presidente de la Sociedad Max Planck Para el Avance de la Ciencia, Peter Gruss, que ha acudido a Oviedo junto a cuatro investigadores para recoger el Premio de Cooperación Internacional y el golfista José María Olazábal, Premio de los Deportes.
PRÁBULO DE LA CEREMONIA
La entrega de las insignias es tradicional en la mañana previa a la entrega de los premios, ya por la tarde, en una solemne ceremonia en el Teatro Campoamor de Oviedo a la que también asiste la Reina. El discurso del Príncipe se considera el más importante y personal de cuantos pronuncia a lo largo del año.
Además, por vez primera no utilizará papeles, porque va a ayudarse de un "teleprompter" que le permitirá, como ya hizo en Buenos Aires en la presentación de la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos, dirigirse de forma más natural al auditorio.
Doña Sofía ha llegado esta misma mañana a la ciudad y se ha desplazado al hotel donde los Príncipes participan en un almuerzo con los patronos de la Fundación, jurados, premiados y numerosos invitados.