Joven de entre 20 y 30 años al volante, ¿Son prudentes? ¿Agresivos? ¿Cuáles son las infracciones más comunes que cometen? Un estudio retrata su comportamiento en la carretera: Nueve de cada 10 reconocen que se han subido al coche sin abrocharse el cinturón y el 62 por ciento se subieron sabiendo que el conductor había bebido, un 4 por ciento conducen con riesgo.
No obstante, los conductores jóvenes, de entre 16 y 29 años, son el grupo de edad que más ha experimentado una reducción en el número de fallecidos por siniestralidad vial de los últimos 10 años, con una tasa de reducción de un 75%, cuando la tasa de reducción general en España se sitúa en un 56%, según un informe de la Fundación Mapfre sobre 'Jóvenes y Seguridad Vial', que ha sido presentado este jueves en Madrid.
Tal y como señala esta investigación, elaborada con datos de la DGT y presentada por el director del área de Prevención y Seguridad Vial de Fundación Mapfre, Jesús Monclús, los jóvenes de entre 15 y 24 años han reducido la tasa de siniestralidad vial en un 73%, mientras que los de 25 a 34 años han reducido este índice en un 77%, mientras que los conductores entre 35 y 44 años la han reducido un 60% y los de más de 65 años en un 24%.
Igualmente, el informe revela que en 2006 los jóvenes fallecidos entre 15 y 34 años representaban un 41 por ciento del total (1.700 víctimas mortales en esa franja de edad, mientras que diez años después ese porcentaje ha descendido hasta el 23% (421 fallecidos).
Según ha señalado Monclús, entre las causas de esta reducción se encuentran, la educación, la seguridad de los coches nuevos, las medidas puestas en marcha en los últimos años y una mayor percepción de los riesgos.
Por otro lado, el estudio pone de manifiesto que durante el año pasado un 50% de los jóvenes perdieron la vida durante la noche del fin de semana, y tres de cada cuatro fallecidos fueron hombres.
A FAVOR DE ENDURECER LAS PENAS E IMPLANTAR LA 'TASA CERO' DE ALCOHOL
El informe, que se complementa con una encuesta realizada a cerca de 2.000 jóvenes de entre 18 y 29 años realizada con el objetivo de analizar de forma detallada y cuantificable lo que piensa y percibe este grupo de edad acerca de los riesgos asociados a la conducción, revela que la mayoría cree que entre los riesgos más frecuentes se encuentran el consumo de alcohol (92%), de drogas (87%), así como superar la velocidad permitida (85%), el cansancio (74%) y hablar por el móvil (70%).
Sobre qué medidas de seguridad implantarían, un 92% de los jóvenes está a favor de incluir dispositivos tecnológicos como el 'alcolock' (92%) y cajas negras (90%) en los automóviles, o sistemas inteligentes limitadores de velocidad (74%).
Del mismo modo, están de acuerdo en endurecer las sanciones por conducir bajo los efectos del alcohol (92%), por utilizar el móvil al volante (86%), no abrocharse el cinturón o no utilizar sillas infantiles (84%), así como endurecer las penas por no cumplir con las señales de velocidad (81%).
En este sentido, un 17% de los jóvenes está a favor de reducir la tasa permitida de alcoholemia en la conducción, y un 57% aboga por implantar la 'tasa cero', hecho que Monclús califica de "sorprendente" y "a tener en cuenta".
Con respecto a las estrategias de prevención, los jóvenes apoyan, en un 74% aumentar los controles, tanto de alcohol y drogas, pero también piden que haya más información y mejor, y apuestan por la Educación. "Esto demuestra un grado de madurez de los jóvenes que incluso en otros grupos de edad, no están tan claros", dice Monclús. SIN CINTURON Y
BEBIENDO ALCOHOL
No obstante, el estudio revela que nueve de cada diez jóvenes admite haberse subido en alguna ocasión a un coche sin abrocharse el cinturón, un 62% reconoce que ha viajado como pasajero de un vehículo cuyo conductor había bebido alcohol y, dos de cada diez, como pasajero de un coche donde el conductor había consumido cannabis.
"Nos están dando incluso una lección, están a favor de controlar algunas conductas que ellos mismos saben que son las más peligrosas al volante", ha apuntado Monclús. La Fundación Mapfre ha dado una serie de propuestas para reducir la siniestralidad en las carreteras. Así, propone que se establezcan clases teóricas y prácticas obligatorias, con la ayuda de simuladores adaptadas al perfil de cada futuro conductor; fomentar la conducción acompañada para adquirir más experiencia; fomentar vehículos más seguros; reforzar el sistema gradual de acceso al permiso de conducción; investigar la relación entre seguridad y seguros de automóviles basados en el modo de conducción.
"Tenemos que trabajar en romper la cadena de riesgo, que (los jóvenes) sean capaces de decir no al peligro", ha concluido.