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Hacerse cargo del cuidado de los nietos se ha convertido casi en una obligación . Según un estudio de la Obra social Caja Madrid y de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, el 50% de los abuelos cuida a diario de sus nietos.De ellos, el 22 % pasan una media de 7 horas al día con ellos.

Las conclusiones de esta investigación cualitativa, indican que los abuelos y abuelas se sienten divididos entre el disfrute que les produce poder pasar tiempo con sus nietos y la excesiva responsabilidad que exige su cuidado y educación.

Además, temen que tras cuidar hijos y nietos durante su vida "nadie se preocupe de cuidarlos a ellos" si lo necesitan, según se deduce del estudio 'Abuelos y abuelas...para todo. Percepciones en torno a la educación y el cuidado de los nietos'.

La clase social puede ser la que marque la diferencia entre el disfrute de los nietos o la "exigencia" de cuidar de los menores ya que, según el estudio, en las familias donde los recursos económicos son escasos, los padres suelen delegar el cuidado de los hijos en los abuelos y estos afirman sentirse "angustiados".

Esta nueva exigencia en las familias con más dificultades económicas, hace que la teoría clásica del cuidado de los nietos, que indica que los padres educan y los abuelos 'malcrían, haya tenido que revisarse. De este modo, los abuelos asumen, en muchos casos, un nuevo rol en la educación convirtiéndose en inevitable "colchón" en estas familias con dificultades para contratar guarderías o canguros para los hijos.

Así, ante el nuevo rol, el estudio señala que, en ocasiones, el disfrute de la educación puede "agobiar o abrumar" a los abuelos por la sensación que se produce de "una vida hipotecada" y, sobre todo, por la falta de certeza de qué piden los hijos cuando dejan a los nietos con sus abuelos, según ha explicado el coordinador del proyecto y técnico de la FAD, Eusebio Megías.

"Dejan a los hijos a su cuidado pero, generalmente, no piden que se eduquen de una u otra forma, por lo que los abuelos no saben a qué atenerse", ha explicado Megías. Esto hace que los abuelos no sepan si aplicar sus propios criterios educativos, los de los padres o consensuar con los padres de los menores esta labor.

Por ello, con el objetivo de evitar la sensación de agobio que se produce en muchos abuelos encargados de la educación de los hijos, el trabajo defiende la "necesidad de reivindicar lo propio", como el derecho a contactar con los nietos por disfrute y no sólo para su cuidado, y la "necesidad de marcar límites", salvando tiempo propio para realizar otras actividades y ayudando a cuidar los nietos para que los hijos "vivan", pero no "para que vivan mejor".