39 detenidos en Madrid de una red de 'telecoca' dedicados a la trata
Entre los detenidos está el líder de la banda y los responsables de las "oficinas" desde las que se controlaba y gestionaba la venta y distribución
La Policía Nacional ha detenido en Madrid a 39 personas de una organización criminal dedicada a la trata de seres humanos a los que utilizaba en un entramado de 'telecoca'.
Según informa la Policía Nacional, entre los detenidos está el líder de la banda, que dirigía toda la estructura delictiva, y los responsables de las "oficinas" desde las que se controlaba y gestionaba la venta y distribución de cocaína así como las coacciones a los deudores.
Ingreso en prisión de 11 de los imputados
Tras pasar los detenidos a disposición de la autoridad judicial, se decretó el ingreso en prisión de 11 de los imputados como presuntos responsables de los delitos de trata de seres humanos, pertenencia a organización criminal, contra la salud pública y blanqueo de capitales.
Hace casi un año, en junio de 2020, los investigadores arrestaron en Madrid a 28 personas y desmantelaron una red de 'telecoca', en una de las mayores operaciones realizadas contra esta modalidad de venta de droga a domicilio, que tenía una estructura empresarial con una cartera de más de 2.000 clientes y 200 repartos de media al día.
Ambas operaciones están vinculadas, según han indicado fuentes policiales, ya que la "oficina" ahora desmantelada formaba parte del aparato de la organización.
Coaccionados para trabajar en las "oficinas" de distribución
En este caso, los arrestados traían a las víctimas desde Colombia haciéndoles deudores de los gastos del viaje y de la manutención en nuestro país.
Posteriormente, les coaccionaban para trabajar en "oficinas" de distribución de cocaína a domicilio y así saldar los pagos.
Actividad frenética
Los investigadores consiguieron detectar que si bien el horario de atención del negocio ilícito era entre las once de la mañana y las once de la noche, con motivo de las restricciones de movilidad durante la pandemia, la actividad era incesante también durante la noche, ya que utilizaban repartidores con licencias de transporte público que se encargaban del suministro nocturno.
También comprobaron que empleaban lenguaje codificado para tramitar los encargos de los clientes y que adoptaban estrictas medidas de seguridad en el transporte de la sustancia, llegando a esconder la droga en caramelos, peines o en el interior de teléfonos móviles. Igual de estrictas eran las medidas de seguridad empleadas por el líder de la organización, hasta el punto que en una ocasión, tras ser identificado en su vehículo durante un control rutinario con motivo del Estado de Alarma, se deshizo del turismo que conducía en el momento llevándolo a un desguace.
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