Como cualquier tecnología con afiladas hélices, los drones exigen precaución si se entra en contacto con ellos mientras vuelan, porque pueden cortar, como le ha ocurrido al cantante Enrique Iglesias este fin de semana durante un concierto en México.
El profesor de Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) Antonio Barrientos ha explicado que los drones, incluso los de uso comercial más populares, están dotados de hélices muy afiladas de fibra de carbono o plástico, que giran a gran velocidad y es "muy fácil" que corten si se entra en contacto con ellas.
El artista sufrió varios cortes en la mano mientras manipulaba un dron que utiliza habitualmente para mejorar la experiencia visual a sus aficionados, según las explicaciones de la agencia de comunicación que lo representa. Barrientos ha recordado que el accidente de Enrique Iglesias no es el primero que ocurre y ha añadido que el suceso demuestra que es necesario que quienes entren en contacto con ellos tomen precauciones.
En su opinión, resultaría tan insensato meter los dedos entre las hélices de un dron cuando está volando como hacerlo en el recipiente en el que se bate alguna salsa. Aunque algunos drones comerciales incorporan una carcasa de corcho que protege ligeramente al que entra en contacto con sus hélices, no suele ser habitual ese tipo de soluciones de seguridad en estos aparatos, porque les hace perder peso y condiciones aerodinámicas.
Otro riesgo con los drones es que se pierda el control de su manejo y caigan en cualquier lugar con gente, por ejemplo, sobre el parabrisas de un automóvil en movimiento y que puede provocar un accidente, ha advertido el experto. Ha recordado que en España la legislación que regula el uso de los drones apenas tiene un año y todavía es provisional, aunque es bastante completa e incluye muchos aspectos a tener en cuenta sobre su manejo.