El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, declaró el estado de emergencia en varias zonas del estado, incluida la ciudad de Nueva York, ante la fuerte tormenta que se registra desde primeras horas de hoy.
"No es una tormenta de nieve normal, es una tormenta de nieve más vientos de gran velocidad, que crean una situación grave", afirmó Cuomo en una rueda de prensa para dar información actualizada del temporal.
El estado de emergencia afecta a toda la región sur del estado, que incluye la ciudad de Nueva York y la zona de Long Island, y permite a las autoridades, entre otras cosas, adoptar decisiones que se antepongan a las de las administraciones locales.
También otorga al estado poderes especiales para luchar contra el temporal, sin necesidad de recurrir a aprobación legislativa, y contratar directamente recursos o equipos que sean necesarios por la emergencia meteorológica.
Cuomo señaló que, en principio, no está planteada la posibilidad de suspender el servicio en el metro suburbano de la ciudad de Nueva York, que utilizan a diario millones de personas, ni el tráfico en las carreteras del estado, aunque abrió la posibilidad de que pueda prohibirse el tráfico de vehículos pesados en puentes y rutas.
No obstante, Joseph Lotha, responsable de la red de transporte público del estado, que incluye el subterráneo, dijo que se están registrando retrasos.
Asimismo, las autoridades anunciaron la cancelación de muchos vuelos con destino u origen en los aeropuertos de JFK, LaGuardia y Newark, que sirven a Nueva York, y dijeron que los operaciones están en estado de alerta.
Los vientos más fuertes que se esperan hoy están entre 40 y 56 kilómetros por hora, con rachas de hasta casi 100 kilómetros por hora.
La nieve comenzó a caer durante la madrugada en la zona costera de Long Island y de Nueva Jersey, y desde las 12.30 GMT afecta con fuerza a Manhattan, en la hora punta del desplazamiento hacia los lugares de trabajo.
El servicio meteorológico prevé que caigan, a lo largo del día, cerca de 30 centímetros de nieve en Long Island y la costa de Nueva Jersey, y la mitad en Manhattan.
La zona más castigada es el condado de Suffolk, en Long Island, donde su máxima autoridad administrativa, Steve Bellone, calificó la tormenta como "muy peligrosa".
La Alcaldía de la ciudad decidió suspender anoche las clases en los colegios de Nueva York, y también se han cancelado las actividades en universidades como la de la Ciudad de Nueva York (CUNY).
En Nueva York se esperaba para hoy una temperatura mínima de -4 grados Celsius, con una sensación térmica de -13 grados a causa de los vientos helados, aunque el viernes y el sábado se espera una fuerte caída en la temperatura.
En el estado de Nueva Jersey, el gobernador Chris Christie declaró también el estado de emergencia en cuatro condados de la costa atlántica.