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Ana Huete, la española de 27 años fallecida ayer en el terremoto del centro de Italia, era una amante de este país, donde había viajado en varias ocasiones con su pareja, un joven italiano junto al que regentaba una pizzería en Granada.

Era la tercera vez que esta joven veraneaba en Italia junto a su novio, con el que llevaba unos cuatro años de relación y con el que recientemente había adquirido un piso en la capital granadina, aunque todavía no estaban casados, ha detallado a Efe Nicolás Espigares, tío político de Ana.

"Tenían un proyecto en común, como tantas otras parejas jóvenes", ha señalado este portavoz de la familia, que continúa los trámites para repatriar su cadáver y que ha pedido respeto por su privacidad. Aunque el novio de Ana, herido en el terremoto, era originario de un pueblo más al sur del lugar del siniestro, pasaban unos días de este verano en la zona y, en el momento de la tragedia, se encontraban junto a otros familiares italianos.

Su novio tenía la pizzería desde tiempo antes y Ana decidió sumarse al negocio tras iniciar la relación con su pareja, con la que vivía actualmente en una casa del barrio del Albaicín. La pizzería, ubicada en el centro de Granada, abrió en 2009 y era un establecimiento al que ella dio un nuevo impulso para conquistar a la clientela con comida tradicional.

El negocio formaba parte de "Outbarriers" (fuera barreras), un proyecto social sostenible que facilita información a invidentes sobre comercios o restaurantes y que acerca estos establecimientos a ciegos.

En esta plataforma, la fallecida recalcaba con pasión en un vídeo el sabor de sus productos, la cocina tradicional, los olores del proyecto empresarial que compartía con su pareja, y explicaba que el secreto está en un cocinero italiano para acercar la intensidad italiana a su coqueto establecimiento granadino.

A pesar de que su familia es originaria del municipio de Alfacar y que sus padres residen actualmente en el pueblo vecino de Víznar, Ana había adquirido recientemente un piso en Granada, que preparaba para irse a vivir.

La joven empresaria, asidua a las redes sociales, plasmó también en ellas el viaje que hace casi un año la condujo con su pareja a la vivienda familiar de Illica, municipio en el que ha fallecido como consecuencia del seísmo y en el que presumía de su gran familia italiana.