La revista 'TBO' fue tan popular que su título acabó convirtiéndose en sustantivo para, en español, designar los cómics infantiles y juveniles, y su centenario, que se cumple este mes de marzo, ha sido conmemorado con un estudio que revisa su historia y reproduce viñetas e historietas que hicieron época.
"100 años de TBO. La revista que dio nombre a los tebeos" (Ediciones B) es el título del estudio que, editado en el amplio formato del 'TBO' original, recorre en 320 páginas y miles de reproducciones gráficas esta historia de cien años, firmado por el crítico, editor y guionista de historietas Antoni Giral Conti con la colaboración del dibujante y especialista en tebeos Lluis Giralt Llordés.
No fue la primera, ni la última, pero fue la revista que le dio nombre a los tebeos. Un siglo después de la publicación de su primer número, TBO sigue siendo el cómic español más longevo, y el más conocido.
Aunque se titulaba revista infantil, pero realmente lo leía toda la familia. No hubiera permanecido tanto tiempo a la venta en el mercado si no hubiera sido porque lo
leían todos.
Desde intelectuales como Santiago Ramón y Cajal, Jacinto Benavente o Ramón Menéndez Pidal, hasta varias generaciones de españoles a lo largo de 76 años.
Porque quién no recuerda las peripecias de personajes como Joaquinete y su chupete, El profesor Franz y sus disparatados inventos, o la familia Ulises, con la que muchos se sentían identificados .
Con sus dibujos de línea clara y humor blanco, con esos textos al pie que precedían a los bocadillos, los primeros años de TBO, son los que marcan su esencia
Pero tras ser la revista de historieta más vendida antes de la guerra civil, En el 36 a la escasez de materiales se sumó la de personal, muchos se habíanido al frente, llevó a la publicación a una crisis, pasando en la posguerra a publicar número sueltos.
En 1952, se inicio el periodo de la recuperación de su numeración en la portada, que le llevará hasta 1972. Luego vendrán otras etapas: La de su modernización en el denominado 'TBO 2000', de 1972 a 1983; su reaparición a cargo de la Editorial Bruguera, con sólo siete números en 1986; y su última etapa con el sello de Ediciones B, de 1988 a 1998.
Entre la renovación y la vuelta a la tradición, TBO siguió deleitando a millones de lectores en España hasta 1998.