| Archivo
(Actualizado

Un hombre ha fallecido y siete vecinos más han resultado afectados por inhalación de humo tóxico, en el incendio de una vivienda registrado esta madrugada en el barrio de Lutxana, en Barakaldo (Bizkaia).

Según ha informado el departamento vasco de Seguridad, el siniestro se inició, por causas que se investigan, sobre las 2.10 de esta madrugada en el tercer piso de un edificio de viviendas de la calle Errotabarria, del citado barrio baracaldés.

Un hombre de 34 años, según ha detallado el alcalde de Barakaldo, Alfonso García, se ha precipitado al vacío desde una ventana del piso afectado por las llamas cuando, al parecer, intentaba huir del fuego.

El hombre falleció a consecuencia de la caída.

Otros siete vecinos del inmueble, de cinco plantas, tuvieron que ser trasladados a distintos centros hospitalarios de la margen izquierda afectados por inhalación del humo tóxico desprendido en el incendio.

Tres ertzainas que colaboraban con los Bomberos de Bizkaia en las tareas de extinción del incendio tuvieron que ser atendidos también en centros sanitarios, dos de ellos por inhalación de uno y el tercero, de un golpe en un hombro, aunque no han requerido de ingreso hospitalario.

Treinta vecinos más del inmueble tuvieron que ser desalojados de sus viviendas, de los que 23 han pasado la noche en domicilios de otros familiares y los 7 restantes fueron hospedados en distintos hoteles y pensiones de Barakaldo.

El alcalde de este municipio, Alfonso García, se trasladó al lugar del siniestro nada más tener conocimiento de él y pudo hablar con los vecinos del inmueble, algunos de los cuales se encontraban todavía conmocionados por haber contemplado la caída del hombre fallecido.

García ha señalado que el desalojo de los vecinos se realizó de forma preventiva debido a la gran cantidad de humo tóxico que generó el incendio.

Según una primera inspección del arquitecto municipal, el fuego sólo ha dañado la vivienda del tercer piso donde se originó.

No obstante el arquitecto municipal realizará hoy una nueva inspección, ya a la luz del día, para determinar si el inmueble ha sufrido algún daño estructural o está en condiciones de volver a ser habitado por los vecinos desalojados.