La Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS) advierte de que hay que tener en cuenta si los juguetes que se han regalado puede dañar el oído del niño, ya que el uso inadecuado de algunos de estos productos puede dañar la audición de los más pequeños y de los jóvenes.
Por ello, como medida de prevención, es necesario comprobar la intensidad del sonido que emiten juguetes y dispositivos, verificar si tienen control de volumen y botón de encendido y apagado. También es importante, en el caso de juguetes infantiles, elegir los que no se tengan que utilizar próximos al oído y, en todo caso, cuidar que los niños no se los aproximen al mismo.
De hecho, los valores máximos de los sonidos emitidos no deberían superar, tal y como indica la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL), en ningún caso, los 80 u 85 decibelios y deben usarse a una distancia mínima de la cara de 25 centímetros.
Así las cosas, recuerdan que el uso prolongado de juguetes o de juegos electrónicos, de forma no controlada, lesiona la audición de niños y jóvenes. Por ello, también exigen vigilancia, control de volumen y de los tiempos de exposición en productos como auriculares, reproductores de música, teléfonos móviles, videojuegos y tabletas, entre otros.