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Las superficies más afectadas por los Grandes Incendios Forestales (GIF) -los que calcinan más de 500 hectáreas- son espacios artificiales o degradados, derivados de repoblaciones o cultivos forestales o cubiertos de matorral.

Así se desprende del informe "Grandes incendios forestales en España 2012-2016. Relación entre los GIF y el tipo de vegetación forestal y propuestas para reducirlos", elaborado por Ecologistas en Acción, que ha analizado 95 GIF producidos en los últimos cinco años.

En una nota de prensa, la organización detalla que en los espacios forestales que sufren los grandes incendios las especies dominantes son los pinos (58 %), seguidos de distintas especies de matorral, como brezos, retamas o jaras (21 %).

Por contra, según los datos del estudio, los montes que resultan ser menos afectados por los Grandes Incendios Forestales son los bosques naturales bien conservados (14 %), principalmente de quercíneas (encinas, robles o alcornoques).

El informe constata que los GIF son notablemente más frecuentes en el noroeste y centro-norte de España (33 casos), en Levante (21 casos) o en el centro peninsular (23 casos).

Mientras, las zonas menos afectadas por estas catástrofes se sitúan en los Montes de Toledo, Sierra Morena y buena parte de las cordilleras cantábrica y pirenaica, en clara correspondencia con la presencia de grandes extensiones de monte mediterráneo y atlántico.

Por su parte, las Islas Canarias, con cinco casos en el periodo estudiado, suponen una singularidad, ya que presentan pinares autóctonos de pino canario, muy proclives a los grandes incendios.

Para Ecologistas en Acción, los datos demuestran que el buen estado de conservación de los bosques naturales "es el mejor instrumento para evitar los GIF", mientras que la actuación en las zonas de repoblación o degradadas "merecen mayor atención de cara a una mejor prevención".

Recuerda la organización ecologista que, pese a que el balance del año 2016 publicado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) ha sido positivo, con menor superficie quemada respecto al año anterior, llama la atención que los grandes incendios forestales, 22 frente a los 14 de 2015, aumentaron un 57 %.

Por otro lado, recuerda que estos siniestros de más de 500 hectáreas han supuesto, según los datos ofrecidos por el Ministerio, más de la mitad de la superficie quemada, lo que indica que "estamos ante una situación crítica que debe ser seriamente abordada en la política de prevención".