Un fraile, un emprendedor, un dron y un bosque

En la cumbre climática de Glasgow, la COP26, líderes de todo el mundo van a intentar, otra vez, ponerse de acuerdo sobre la necesidad de frenar el calentamiento de la Tierra y otros problemas derivados de la actividad humana que ponen en riesgo la continuidad de la vida en este planeta.

Y mientras tanto, con menos ruido, en muchas partes del mundo, algunas personas aplican estrategias para mitigar el cambio climático y renaturalizar grandes extensiones necesarias para absorber el carbono.

Es el caso de la empresa CO2 Revolution, cuyas oficinas están en pleno centro de Madrid. Al frente está Juan Carlos Sesma, un emprendedor con una visión clara de cómo debe ser un proceso para devolver o sacar de la Naturaleza el potencial forestal que tanto necesitamos.

Y para ello aúna modernas tecnologías, drones y semillas 'inteligentes' con los conocimientos y el trabajo de un monje cisterciense del Monasterio de La Oliva, en Navarra, Enrique Carrasco. Él ha creado estas semillas pregerminadas que han llamado la atención en buena parte del mundo.

Las primeras pruebas de las semillas inteligentes 'iseed' fueron un éxito, con más del 80% de eficacia en su crecimiento. Los árboles nacidos de esta fase se encuentran en pleno desarrollo en el monasterio.

10.000 millones de árboles

El siguiente paso fue cómo plantar las semillas o diseminarlas, de manera rápida, sobre grandes superficies, en zonas de difícil acceso y además determinar los suelos idóneos. Y ahí entraron los drones y la experiencia profesional de Sesma en organizar y optimizar procesos.

Los drones de CO2 Revolution llevan adosados depósitos y sistemas de lanzamiento de hasta 10.000 semillas. Los programas y los equipos de navegación seleccionan la manera de plantar más adecuada a cada terreno y el ecosistema existente. De hecho la idea de Sesma es la reconstrucción de esos ecosistemas destruidos por una catástrofe natural.

CO2 Revolution estima que en 10 años plantarán más de 10.000 millones de árboles. De entre esos millones de árboles, unos miles crecerán en el Parque Natural del Alto Tajo, un paraje en el que el fuego ha arrasado más de 15.000 hectáreas en dos graves incendios. En uno de ellos, además, perdieron la vida los 11 integrantes de una brigada forestales.