El glaucoma, la enfermedad silenciosa, principal causa de ceguera no reversible
Cuando da la cara ya es tarde. El glaucoma es una enfermedad silenciosa que afecta a un millón de personas en España, aunque la mitad lo desconoce. Sin embargo, es la segunda causa de ceguera, por detrás de las cataratas.
Se trata de una patología ocular cuya característica principal es la pérdida de visión debido al daño progresivo que se produce en el nervio óptico. El principal factor de riesgo es la hipertensión ocular, de manera que cuando esta aumenta en el interior del globo ocular, se daña el nervio óptico y las neuronas que lo forman, produciendo su muerte celular y disminuyendo el campo visual del paciente.
La Dra. María Capote, del Servicio de Oftalmología del Hospital La Milagrosa, recuerda "que el glaucoma se ha convertido en una de las causas más frecuentes de discapacidad visual y ceguera en el mundo. Según la Asociación Mundial del Glaucoma, afecta a un total de 60 millones de personas en el mundo y en 2020 se espera que afecte a más de 80 millones de personas. En nuestro país incide entre el 0,5%-4% de la población, llegando incluso al 5% entre las personas mayores de 50 años".
Afortunadamente, las medidas preventivas, como el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado, son la clave para ganarle la batalla a enfermedad. "Por este motivo, y bajo el marco de la Semana Mundial del Glaucoma, que se celebra entre el 12 y el 18 de este mes, nuestro servicio ofrece revisiones gratuitas" afirma la Dra. Capote.
"Así los días 13, 14 y 15 realizaremos pruebas a todas las personas que deseen conocer su salud ocular. Concretamente, los pacientes podrán someterse a pruebas para determinar la presión intraocular, la evaluación funduscópica del nervio óptico, así como en los casos de sospecha, tomografía de coherencia óptica (OCT)" explica la oftalmóloga.
LAIMPORTANCIA DEL DIAGNOSTICO PRECOZ
El glaucoma crónico no produce ningún tipo de síntomas. "Antes de que el paciente se percate de que su visión no es tan buena como solía se lo puede haber un daño irreversible de sus nervios ópticos. Existe la creencia de que los afectados ven una mancha negra en alguna zona de su campo visual. Esto no es cierto, y lo más habitual es que no noten absolutamente nada hasta una fase muy avanzada, en la cual se percibe una cierta visión borrosa o solamente una mayor "torpeza" a la hora de encontrar objetos concretos, como libros en una estantería", insiste la experta.
En la fase terminal, la visión queda reducida a la zona central del campo visual, de forma que el paciente tiene la sensación de mirar a través de un tubo. "Un diagnóstico precoz puede llegar a controlar el nivel de presión y a evitar que el glaucoma avance", destaca. Por todo ello y porque se trata de una enfermedad que pasa desapercibida es muy importante que los pacientes no esperen a tener síntomas para realizar una revisión periódica en su oftalmólogo de confianza. A partir de los 40 años, una toma anual de presión intraocular en su médico oftalmólogo es una medida de prevención muy adecuada", apostilla la especialista de La Milagrosa.
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