Una manada de toros de la ganadería de Fuente Ymbro, que se ha ido estirando en el recorrido hasta romperse en la calle Estafeta, ha creado emoción en el primer encierro de los Sanfermines de 2016. Fuentes sanitarias han indicado que el encierro, de dos minutos y veintiséis segundos, ha sido limpio aunque se han registrado al menos cuatro traslados por traumatismos y contusiones al Complejo Hospitalario de Navarra.
El momento de mayor tensión se ha vivido en el tramo de Telefónica, pocos metros antes del callejón de acceso a la plaza, donde varios toros han arremetido contra el vallado y los mozos que estaban en la zona. En un trazado mojado por la lluvia que ha caído durante la madrugada en Pamplona, los mozos han entonado por tres veces el canto pidiendo protección a San Fermín, una tradición instaurada en los años 50 por El Tuli, encargado ayer de prender la mecha del chupinazo sanferminero.
La manada ha partido a las ocho de la mañana de los corrales de Santo Domingo hermanada, compacta y, pese al pavimento mojado, sin llegar a perder las manos en ningún momento.
Agrupada ha recorrido la cuesta de Santo Domingo a gran velocidad, lo que ha provocado la caída de algunos corredores, y sin mayores problemas ha cruzado también la calle Mercaderes.
La llegada a la curva con la calle Estafeta ha tenido como protagonista a un toro jabonero que se ha situado a la cabeza de la manada para enfilar sin dificultades esta calle junto a un hermano negro que le seguía pegado a él.
De nuevo el ritmo que ha impuesto la ganadería gaditana ha permitido bonitas carreras a los mozos, que ya a mitad de la calle tenían a la manada fraccionada en dos grupos, el primero con el toro negro junto a los mansos y varios metros más atrás, los otros cinco morlacos, incluido el jabonero que ha resbalado y perdido la ventaja.
Ha sido este segundo grupo el que en el último tramo del encierro, mientras su compañero entraba en la plaza de toros sin incidentes, ha causado los momentos de mayor tensión del encierro.
Escorados hacia la derecha, los toros de Fuente Ymbro se han acercado al vallado creando peligro y golpeando a varios corredores que caídos en el suelo esperaban el paso de la manada sobre ellos sin apenas moverse.
El acceso al coso y la llegada a chiqueros no ha presentado dificultades ya que los cinco toros han seguido en este caso la estela de su hermano y han cruzado la plaza sin prestar atención a las personas que había en el ruedo.